lunes, 12 de septiembre de 2005
Capítulo 10 - Teoría
"¿Puedo hacerte sólo una pregunta más?" Dijo rápidamente en lugar de contestar a mi demanda. Yo estaba en el borde, ansioso para lo peor. Y, sin embargo, ¿cómo es de tentador para prolongar este momento. Para tener Bella conmigo, voluntariamente, por sólo unos segundos más.
Yo suspiré ante el dilema y, a continuación, dije, "Una".
"Bueno…", dudado por un momento, como si ella dudara que pregunta hacer. "Dijiste que sabías que no había entrado en la librería y que me había dirigido al sur. Sólo me preguntaba como lo sabias.
Yo mire hacia el parabrisas. Otra pregunta que no me decía nada de ella, y demasiado de mi. "Pensé que habíamos superado la parte de las evasivas- dijo en un tono crítico y decepcionado. Qué irónico!. Ella fue evasiva sin tregua, sin ni siquiera intentarlo. Bueno, ella quería que fuera directo. Y tendiendo en cuenta que esta conversación no iba en a ningún lugar bueno. "Muy bien!- dije "He seguido Tu olor."
Quise mirar su cara, pero tenía miedo de lo que vería. En su lugar yo escuché su respiración acelerarse y luego tranquilizarse. Ella habló otra vez después de un momento, y su voz era más constante de lo que habría esperado.
"Aún no has respondido a la primera de mis preguntas”, dijo Miré hacia abajo, la miré a ella con el ceño fruncido. Ya nos estábamos estancando otra vez. "¿Cuál es?" dije al fin.
"¿Cómo funciona lo de leer mentes?" Volvió a preguntar reiterando su pregunta del restaurante. "¿Puede leer la mente de cualquiera, en cualquier lugar? ¿Cómo lo haces? ¿puedes hacerlo con el resto de tu familia? Ella volvió a mirar hacia el lavado.
"Eso es más de uno," dije.
Ella sólo me miró, a la espera de sus respuestas.
¿Y por qué no decírselo? Ella había conjeturado ya la mayor parte de esto, y era un tema más fácil según me pareció.
"No, sólo yo tengo esa facultad, y no puedo oír a cualquiera en cualquier parte. Debo estar bastante cerca, cuanto más familiar me resulta esa voz más lejos soy capaz de oírla, pero aún así no más de unos pocos kilómetros.
"Traté de pensar en una manera de explicárselo para que ella lo entendiera mejor” Una analogía que pudiera relacionarse.
"Es un poco como estar en una enorme sala lleno de gente, todo el mundo hablando a la vez. Es solo un zumbido, un zumbido de voces en el fondo. Hasta que localizo una voz una voz, y entonces está claro lo que piensan…la mayor parte del tiempo no les escucho ya que me puede llegar a distraer demasiado, y así es mas fácil parecer “normal”,fruncí el ceño "y no responder a los pensamientos de alguien antes de que los haya expresando con palabras.
¿por qué crees que no puedes oírme? Ella se preguntaba
Le dije otra vez la verdad con una analogía. "No sé", admití "Mi única suposición es que tal vez tu mente funcione de otra forma diferente a la de los demás. Es como si tus pensamientos fluyeran en onda media y yo sólo captase los de frecuencia modulada.
Me di cuenta de que a ella no le había gustado esta comparación así que anticipándome a su reacción le sonreí. Ella no me defraudó cuando empezó a decir:
"Mi mente no funciona bien?", Preguntó, en su voz fue en aumento el disgusto "Soy un bicho raro?”Ah, la ironía de nuevo. "Oigo voces en mi mente y tú te estas preocupado de ser un bicho raro” y yo me reí.
Ella entendía todas las pequeñas cosas, pero las grandes al revés. Siempre los instintos incorrectos…
Bella se mordió su labio, y se frunció su ceño fuerte y profundamente.
“No te preocupes,” yo la tranquilicé. “Es apenas una teoría…” Y había una teoría más importante que discutir. Estaba impaciente por conseguirla ya!. Cada paso en segundo lugar comenzaba a sentir cada vez más como tiempo perdido.
“ y eso nos trae de vuelta a ti” le dije un tanto ansioso
Ella suspiró, todavía mordiéndose su labio. Me preocupaba que ella se lastimara. Ella me miro a los ojos con cara de preocupación.
"¿Pensaba que habíamos pasado la etapa de las evasivas?” Le pregunté en silencio. Ella miró hacia abajo, luchando con algunos dilemas internos. De repente, ella se puso rígidas y con los ojos bien abiertos de par en par. El miedo destellaba a través de su cara por primera vez. "Dios Santo”!" gritóMe aterré. ¿Qué ella había visto? ¿Cómo la he asustado?
Entonces ella gritó, “Ve más despacio!”
“Qué pasa?” No entendía de donde venia su terror..
“Vas a ciento sesenta!” ella me gritó
Ella rápidamente miro por la ventanilla, y retrocedió de los árboles oscuros que competían con más allá de nosotros.¿Esta pequeña cosa, apenas un poco de velocidad, la hacian gritar en miedo?
Puse los ojos en blanco.. “Tranquilízate, Bella.”
“¿pretendes que nos matemos?”,Exigió, su voz era alta y firme. "No vamos a chocar”le dije a ella. Ella tomo una bocanada de aire y a continuación hablo en un tono más bajo. "¿Por qué vamos tan deprisa?”"Yo siempre Conduzco así” Me encontré con su mirada, divertido conmocionado por su expresión.
"No apartes la vista de la carretera!" Ella gritó. "Nunca he tenido un accidente, Bella. Ni siquiera me han puesto una multa" le hice gestos tocando mi frente. Me pareció cómico lo absurdo de poder bromear con mi secreto tan extraño. “aprueba de radares y detectores de velocidad”
“Muy divertido,” ella dijo sarcásticamente, su voz era enojada.
“Charlie es policía ¿recuerdas? He crecido respetando las leyes de tráfico. Además, si nos la pegamos contra el tronco de un árbol y nos convertimos en una galleta de Volvo, tendrás que regresar a pie.”
“Probablemente,” repetí, y riendo sin humor. “pero tú no” Sí, nos iríamos absolutamente diferentemente en un accidente de tráfico. Ella tenía razón de tener miedo, a pesar de mis capacidades de conducción…
“Satisfecha.” Con un suspiro levante el pie del acelerados hasta 120 Km./h
Ella miro el velocímetro. “Casi.”
¿Seguía siendo esto demasiado rápido para ella? “Odio la conducción lenta,” murmuré, pero dejé la aguja resbalar otra muesca abajo.
“a esto le llamas despacio?” preguntó
“Bastante de criticar mi conducción,” dije impacientemente. Cuántas veces tenían que esquivar mi pregunta? ¿Tres veces? ¿Cuatro? ¿Eran sus especulaciones tan espantosas? Tuve que saber-inmediato. “Todavía estoy esperando su última teoría.”
Ella mordió su labio otra vez, y su expresión se convirtió en trastorno, casi doloroso. agonicé en mi impaciencia y ablandé mi voz. No quería que se entristeciera. “No reiré,” prometí, deseando que era solamente la vergulenza que la hizo poco dispuesta hablar.
“Temo más que te enfades conmigo,” ella susurró
Forcé mi voz para permanecer incluso. “tan mala es?”
“Bastante, si.”
Ella miraba abajo, rechazando mirar mis ojos. Los segundos pasaron.
“Adelante,” animé.
Su voz era muy baja. “No sé comenzar.”
“Porqué no empiezas por el principio?” Recordaba sus palabras antes de cena.
“dijiste que no era de tu invención.”
“No,” ella convino, y después era silenciosa otra vez.
Pensé en las cosas que pudieron haber inspiradola. ¿“como empezástes? ¿un libro? ¿con una pelicula?”
Debí haber mirado a través de sus colecciones cuando ella estaba fuera de la casa. Yo no tenía ninguna idea si el fogonero o Anne Rice de Bram estaba allí en su pila de los libros gatados… “no,” ella dijo otra vez. “Fue el sábado, en la playa.”
No contaba con eso. El chisme local sobre nosotros nunca se había perdido en cualquier cosa demasiado extraño-o demasiado exacto. ¿Había un nueva rumor que había faltado? Bella miró a escondidas para arriba de sus manos y vio la sorpresa en mi cara.
“Me encontré con un viejo amigo de la familia… Jacob Black,” ella siguió. “Su papá y Charlie han sido amigos desde que era un bebé.”
El nombre black- de Jacob no era familiar, pero me recordó algo… algunos tiempo, hace tiempo… Miré fijamente fuera del parabrisas, buscando en mi memoria para encontrar la conexión.
“Su papá es una de las ancianos de Quileute,” ella dijo.
Jacob Black. Efraín Black. Un descendiente, sin duda. Es tan malo como se podría esperar. Ella sabía la verdad.
Mi mente volaba a través de las ramificaciones como el coche voló alrededor de la oscuridad curvas en la carretera, mi cuerpo rígido con angustia-inmóvil excepto para los pequeños, automática de las medidas que tomó para dirigir el coche. Ella sabía la verdad.
Pero… si ella supo la verdad el sábado… entonces ella la había sabido toda la tarde … pero…
“Fuimos para una caminata,” ella continuó. “Y él me estuvo contando viejas leyendas para asustarme, pienso. Él me contó una…”
Ella paró brevemente, pero ahora no había necesidad de lo vomitara; Sabía lo que ella iba a decir. El único misterio dejado era porqué ella ahora estaba aquí conmigo.
“Continua,” dije.
“Sobre vampiros,” ella respiró, las palabras menos que un susurro.
De alguna manera, era incluso peor que saber que ella sabía, oyéndola hablar en voz alta. Retrocedí en el sonido de sus palabras, y después me controlé otra vez.
“Y pensastes inmediatamente en mí?” Pedí.
“No. Él… mencionó a su familia.”
¿Cómo de irónico que sería Efraín que su propia descendencia fuera quien violara el tratado, había jurado defender. Un nieto, o su tataranieto, quizás. ¿Cuántos años tenía ? Setenta? Yo me di cuenta que no podía ser un hombre mayor, si no alguien que no creyera en las leyendas, eso era peligroso. Por supuesto, la generación más joven-los que habrían sido advertidos, pero habría creído las antiguas supersticiones lo irrisorio y peligroso de su exposición si nos encuentran.
Supuse esto significó que estaba libre ahora de matar la tribu pequeña, indefensa en la costa costa, era el tratado. Ephraim y su paquete de protectores estaban muertos…
“Jacob creía que era una superstición tonta,” Bella dijo repentinamente, su voz reflejaba una nota de ansiedad. “Él no esperó que me creyera ni una palabra.”
Mire por el rabillo de mi ojo y vi como retorcía sus manos inquieta
“Fue culpa mía,” ella dijo después de que una breve pausa, y entonces ella bajó su cabeza como si ella estuviera avergonzada. “Le obligue a contármelo.”
“Porqué?” No era tan duro ahora guardar mi nivel de la voz. Lo peor ya estaba hecho. Mientras habláramos de los detalles de la revelación, no tuvimos que pasar a las consecuencias de ella.
“Lauren que dijo que algo sobre ti… intentaba provocarme.” Ella hizo un pequeño gesto recordándolo. Me distrajeron levemente, preguntándose cómo Bella sería provocado por alguien que habla de mí…
“Y un chico mayor de la tribu dijo que su familia no venía a la reserva, sólo que sonó como si aquello tuviera un significado especial, por lo que me llevé a Jacob a solas y le engañé para que me lo contara”
Su cabeza cayó incluso más bajo mientras que ella admitió esto, y su expresión parecía… culpable.
La mire y me reí ruidosamente.
Ella se sentía culpable? ¿Qué podía haber echo ella para sentirse tan avergonzada y no decirmelo?
“Como le engañantes?” Pedí.
“Intenté flirtear un poco…Funcionó mejor de lo que había pensado” ella explicó, y su voz parecía incrédula ante el recuerdo de su éxito.
Podría apenas imaginar la atracción que ella parecía tener para todos los chicos, ella era totalmente inconsciente de esa parte de ella. Como intento abrumarlo totalmente inconsciente de que él la encontraría atractiva. De repente sentí compasión por el muchacho confiado de que ella se había fijado en él.
“Me gustaría haberlo visto,” dije, y entonces reí otra vez con humor negro.
Deseaba haber podido oír la reacción del muchacho, ser testigo de mi propia devastación.
“Y tú me acusas de confundir a la gente… pobre Jacob Black!”
No estaba tan enojado con la fuente de mi exposición como esperaba sentir. Él no sabía mejor. ¿Y cómo podría esperar que cualquier persona se negase a las peticiones de ella? No, sentía solamente la condolencia por el daño que ella habría hecho a su paz interior.
La sentía ruborizarse, sentí el calor en el aire entre nosotros. Eché un vistazo en ella, y ella miraba fijamente hacia fuera su ventana. Ella no habló otra vez.
“Qué hicistes entonces?”la Incité. Hora de volver a la historia del horror.
“Busqué en Internet”
Alguna vez práctico“¿Y eso te convenció?”"No," dijo. "Nada encajaba. La mayoría eran tonterías y entonces…”
Ella se cayó y oí apretar los dientes. “Qué?” Exigí. ¿Qué había encontrado ella? ¿Qué sentido tenía esta pesadilla para ella?
Se detuvo brevemente y entonces ella susurró
“decidí que no importaba”
El Choque congeló mis pensamientos por medio segundo y, a continuación, me encajó todo. ¿Por qué ella se fue justo donde estaba sus amigos en lugar de escapar de ellos? ¿Por qué se había metido en mi coche conmigo de nuevo en lugar de correr, gritando a la policía… Sus reacciones fueron siempre mal-siempre completamente equivocado. Ella atraía el peligro hacia sí misma. Ella le invita. “¿¿qué no importaba?!” Dije a través de mis dientes. La cólera que me llenaba. Cómo se supone que yo puedo proteger a alguien ….determinada tan tan tan para ser desprotegido?
“No,” ella dijo en una voz baja que era inexplicablemente suave. “No me importa lo que seas.”
Ella era imposible.
¿“No te importa que sea un monstruo? ¿que no sea humano?”
“No.”
Comencé a preguntarme si ella era enteramente estable.
Supuse que lo podría arreglar para que ella reciba el mejor cuidado disponible… Carlisle tendría los contactos para encontrarla los médicos más expertos, los terapeutas más talentosos. Quizás algo se podría hacer para arreglarlo incorrecto en ella, lo que le hiciera estar sentada al lado de un vampiro con su corazón latiendo tranquilo y constante. Me gustaría verlo con anterioridad y visitarla tan a menudo como me estuviera permitido…
“Te has enfadado” ella suspiró. “No debería haberle dicho nada.”
Como si el castigo de estas inquietantes tendencias ayudara a cualquiera de nosotros.
“No, prefiero saber que piensas incluso cuando lo que pienses sea una locura.”
“Así que me equivoco otra vez?” pregunto ella con un tono desafiante.
“No me refiero a eso” mis dientes rechinaron de nuevo “NO IMPORTA””dije con un tono mordazElla continuó. "Estoy en lo cierto?"
"¿importa?" le contesté
Ella tomó un profundo aliento. Esperé airadamente por su respuesta. "No realmente", dijo, su voz tranquila de nuevo. "Pero yo siento curiosidad. "
No realmente. No importa. Ella no le llamaba la atención. Sabía que yo era inhumano, monstruo, y esto no importa para ella. Aparte de mis preocupaciones acerca de su cordura, empecé a sentir una hinchazón de la esperanza. La cual había intentado anular.
"¿sobre que sientes curiosidad?" Le pregunté. No había mas secretos entre ambos, sólo pequeños detalles.
"¿Cuántos años tienes?", Preguntó.
Mi respuesta fue automática y arraigada. "Diecisiete".
"Y cuánto tiempo has estado diecisiete?"
Intenté no sonreír a su tono paternalista. "Bastante", admití
"de acuerdo", dijo, abruptamente entusiasta. Ella me sonrió. Cuando me puse una vez más ansiosos acerca de su salud mental, ella sonrió más amplio. I continuó.
"No te rías", advirtió. "Pero, ¿cómo se puede salir durante el día?"
Yo me reí, a pesar de su petición. Su investigación no había nada de inusual. "un Mito", le dije.
"¿No te quema el sol?”
"Un Mito".
"Y lo de Dormir en ataúdes?"
"Un Mito". El sueño no había sido una parte de mi vida en bastante tiempo, no hasta estas noches últimas, pues había mirado el sueño de Bella…
"No puedo dormir", yo murmuré, contestando a su pregunta más completamente
Ella guardó silencio por un momento. "Nada?", Preguntó. "Jamás", susurre.
Miré fijamente en sus ojos, anchos debajo de la franja gruesa de cansancio, y anhelé mi sueño.
No para el olvido, como tenía antes, para no escapar el aburrimiento, pero quise soñar, Quizá, si podría ser inconsciente, si podría soñar, yo podría vivir por algunas horas en un mundo donde ella y yo podríamos estar juntos. Ella soñaba conmigo. Quise soñar con ella.
Ella me miró fijamente , su expresión por completo me maravillo. Tuve que apartar mi vista.
No podría soñar con ella. Ella no debe ser mi sueño
"aún no me has formulado la pregunta más importante," dije, severo y mi pecho se llenó de frío, mucho más difícil que antes. Ella tuvo que esforzarse para entenderme. En algún momento, tendría que darse cuenta de lo que estaba haciendo ahora. Ella debe ver que todo esto hizo cuestión-más que cualquier otra consideración. Consideraciones como el hecho de que a mí me encantaba ella.
“¿Cuál?” dijo sorprendida e inconsciente.
Eso sólo hizo que mi vos se volviera más severa “¿No t e preocupa mi dieta?”
“Ah, esa” ella lo dijo de modo que no podía interpretarlo.
.
“Sí, esa. ¿ No quieres aber si bebo sangre?”
Ella retrocedió lejos de mi pregunta. Finalmente. Lo entendio.
“Bueno, Jacob me dijo algo al respecto”. ella dijo.
“¿Qué dijo Jacob?”
“que no cazabais personas. Dijo que se suponía que vuestra familia no era peligrosa por que sólo dabais caza a animales.”
“Él dijo que no éramos peligrosos?” Repetí cínicamente.
“No exactamente,” ella aclaró. “Él dijo que se suponía que no lo erais, pero los quileutes siguen sin quereros en sus tierras, sólo por si acaso”
Miré fijamente el camino, mis pensamientos en un gruñido desesperado, mi garganta que dolía con la sed ardiente y familiar.
“Entonces, ¿tiene razón en lo de que no cazáis personas? dijo tranquilamente como si ella confirmara un informe de tiempo.
"Los Quileutes tienen una larga memoria".
Ella asintió a sí misma, pensando Mucho.
"aunque no dejes que eso te satisfaga. "Tienen razón para mantener la distancia con nosotros"
"No entiendo". No, claro que ella no entendía. Cómo hacerle ver?
"Intentamos," le dije. "Solemos ser buenos en todo lo que hacemos pero a veces cometemos errores. Yo, por ejemplo cometo un error al permitirme estar a solas contigo.”
Su olor era mi fuerte dentro de mi coche. Yo estaba cada vez más acostumbrado a él, pude casi ignorarlo, pero no hay que negar mi cuerpo todavía lo anhelaba, eso era la mala razón. Mi boca nadaba con veneno.
“Esto es un error?” ella pidió, y había angustia en su voz. El sonido de él me desarmó. Ella quiso estar conmigo a pesar de todo, ella quiso estar conmigo. La esperanza se hinchó otra vez, y la batí detrás.
“Muy peligroso,” le dije que verazmente, podría desear la verdad realmente deje de alguna manera de importar.
Ella no respondió por un momento. Oí que su respiración cambiaba, aunque de manera extraña, no era miedo.
“Cuéntame más,” ella dijo repentinamente, con su voz torcida por la angustia.
Examiné su cuidado. Fue con dolor. ¿Cómo ha ocurrido esto?
"¿Qué más quieres saber?" Le pregunté, tratando de pensar una manera de no hacerle daño. Ha ella no le debe doler. No podía dejarla herida.
"Dime por qué cazar animales en lugar de las personas", dijo, todavía angustiado.
No era evidente? O quizás esto no le importa tampoco.
"No quiero ser un mostruo” susurre "Pero no bastan los animales?”
Busqué otro para comparación, una forma que pueda entender. "No puedo estar seguro, por supuesto, pero yo lo compararía con vivir a base de queso y leche de soja. Nos llamamos a nosotrs mismo vegetarianos, es nuestro pequeño chiste privado. No sacia el apetito por completo, bueno, más bien la sed, pero nos mantiene lo bastante fuertes para resistir… la mayoría de las veces. "Mi voz sonó más baja; Estaba avergonzado de la amenaza en la que ella se encontraba. La amenaza continua en que se encontraba. “unas veces es más difícil que otras”
“Te resulta difícil ahora?”
Suspire ya que ella me hacía una pregunta que yo no quería responder
“Si” admití.
Yo esperaba su respuesta física todo este tiempo: su respiración se mantuvo estable, su corazón aún mantiene su patrón. Yo esperaba, pero no lo entiendo. ¿Cómo no podía tener miedo?
"Pero ahora no tienes hambre” declaró, perfectamente segura de sí mismo.
"¿Por qué cree eso?"
"Tus ojos", dijo en un tono casual. "Yo le dije que yo tenía una teoría. Me he dado cuenta que las personas, y los hombres, en particular se enfadan cuando tienen hambre”
Me reí entre dientes en su descripción: Malhumorado. La había subestimado. . Pero ella estaba absolutamente en lo correcto, como de costumbre. “Eres muy observadora ¿Verdad?” Reí otra vez.
Ella sonrió un poco, cerro los ojos como si se concentrara en algo.
"¿Este fin de semana estuviste cazando con Emmett?" Preguntó después de que mi risa se desvaneciera.
La forma casual en que ella habla como si le fascinara lo cual fue frustrante. ¿Podría ella realmente aceptarlo con tanta calma? Yo estaba más cerca del shock que ella parecía estar.
“Sí,” le dije que, y entonces, como estaba a punto de dejarlo en ése, sentía el mismo impulso que había tenido en el restaurante: Quisiera que ella me conociera. “No quería salir,” yo me encendí lentamente, “pero era necesario. Es un poco más fácil estar alrededor de ti cuando no tengo sed.”
“Porqué no querías salir?”
Tomé una respiración profunda, y pasó entonces a encontrarse con su mirada. Este tipo de honestidad fue difícil en una manera muy distinta.
"Estar lejos de ti me pone…ansioso” supone esa palabra sería suficiente, aunque no fue lo suficientemente fuerte, "No bromeaba cuando te pedí que no te cayeras al mar o te dejaras atropellar el jueves pasado. Estuve abstraído todo el fin de semana, preocupándome por ti, y después de lo acaecido esta noche, me sorprende que hayas salido indemne del fin de semana." Entonces me acordé de las raspaduras en su palma de la mano. "Bueno, no totalmente indemne” enmendé.
"¿Qué?" "Tus manos", la recordé.
Ella suspiró e hizo muecas. “Me caí.”
Había conjeturado correctamente. “Eso es lo que pensé,” dije, incapaz de contener mi sonrisa. “Supongo, siendotú, podría haber sido mucho peor, y esa posibilidad me atormentó mientras durá mi ausencia. Fueron 3 días realmente largos y la verdad es que puse a Emmett de los nervios.” Honesto, eso no perteneció en el tiempo pasado. Probablemente todavía irritaba Emmett, y todo el resto de mi familia, también. Excepto Alicia…
“Tres días?” ella pidió, su sostenido de la voz repentinamente. “No acabas de regresar hoy?”
No entendía el borde en su voz. “No, volvimos el domingo.”
“Entonces ¿porqué no fuisteis ninguno de vosotros al instituto?” ella exigió. Su irritación me confundida
Ella no parecía darse cuenta de que esta cuestión fue uno que se relaciona con la mitología de nuevo. "Bueno, me has preguntado si el sol me daña, y no lo hace, pero no puedo salir a la luz del día… Al menos, no donde me pueda ver alguien.”
Eso la distrajo de su molestia misteriosa. “Porqué?” ella pidió, inclinando su cabeza a un lado.
Dudé que podría subir con la analogía apropiada para explicar esto. Tan sólo le dije “ alguna vez te lo mostraré”
Y entonces me preguntaba si esto fuera una promesa que terminaría rota . ¿La vería otra vez, después de esta noche? ¿Me gustaba lo suficiente para poder dejarla?“Me podías haber llamado” dijo. ella
Qué extraña conclusión. “Sabía que estabas a salvo.”
“Pero yo no sabía donde estabas. Yo…” ella paro precipitadamente y miro a sus manos
“Qué?”
“Me disgusta no verte” dijo tímidamente y su piel torno un bonito color en sus pómulos “ también me pone ansiosa”
Estarás contento me dije a mi mismo. Bien, aquí estaba mi recompensa esperada.
Desconcertado, exaltado, horrorizado-sobre todo horrorizar al darme cuenta que mi imaginaciones salvajes no estaban tan lejos de la meta. Esta fue la razón por la que no importaba que Yo era un monstruo. Es exactamente la misma razón por la cual no me importaban las normas. ¿Por qué el bien y el mal ya no obraban su influencia ¿Por qué todos mis prioridades habían pasado un puesto hacia abajo para dar cabida a esta chica en la parte superior.
Bella cuidaba de mi, también.
Sabia que no se podía compara a como yo la amaba. Pero era bastante. Por que ella arriesgaba su vida al sentarse aquí conmigo. Por hacerme tan feliz. Bastantes para causarle dolor, si hiciera las cosas bien y la dejara.
¿Existe algo que podría hacer para no herirla ahora? Nada en absoluto? Yo debería haber estado alejado. Yo nunca debería haber vuelto a Forks. No debería ser la cuasa de su dolor. ¿Podría parar ahora de estar con ella? ¿De hacerlo peor?
La manera en que yo me sentía ahora mismo, su sensación de calidez contra mi piel… No. Nada me pararía.¿ahora?
“AH!! Gemí “esto no está bien”
“¿Qué he dicho?” Pregunto, rápido sintiéndose culpable.
"¿No ves, Bella? De todas las cosas que te has visto involucrada es la que me hace sentir peor. No quiero oír que te sientes así " Era la verdad, era una mentira. La parte más egoísta de mí volaba con el conocimiento que ella me quiso como la quise.
“Es un error. No es seguro. Soy peligroso, Bella- grabatelo por favor
"No" Sus labios hicieron un puchero.
"Hablo en serio." Yo estaba luchando con tanta fuerza conmigo mismo medio desesperado para ella lo aceptara, y por otro lado desesperado por guardar las advertencias de escapatoria que las palabras me salieron a través de los dientes, como un gruñido.
"También yo", insistió. "Te lo dije no me importa que seas, es demasiado tarde”
El mundo era triste blanco y negro para un inmortal sin fin como yo, recordé como se arrastraban las sombras por el césped soleado hacia la figura dormida de Bella. Inevitable, imparable. Robaron el color de su piel, y la hundieron en oscuridad.
¿Demasiado tarde? La visión de Alicia remolinó en mi cabeza, ojos rojos de la sangre de Bella mirando fijamente detrás, en mí impasiblemente. Inexpresivo-pero no había manera que ella podría no odíarme por ese futuro. Me Odíe por robar todo de ella. Robo de su vida y de su alma.
No podría ser demasiado tarde. “Jamás digas eso” silbé.
Ella miró fijamente hacia fuera desu ventana, y sus dientes mordiendo su labio otra vez. Tenía las manos con los puños apretados en su regazo. Respirando rápidamente y entonces se rompió.
“En qué piensas?” Tuve que saber.
Ella sacudió su cabeza sin mirarme. Vi algo relucir, como un cristal, en su mejilla. Sentí la Agonía. “Estas llorando? La había hecho llorar. La había hecho mucho daño. Ella se restrego las lagrimas con la parte posterior de la mano.
"No", mintió, rompiendo su voz. Un cierto instinto enterrado, me hacía que fuera hasta ella. En ese segundo fui más humano que nunca. Y entonces recordé lo que era … y baje mi mano.
“Lo siento,” dije, mi quijada trabada. ¿Cómo podría nunca decirle cómo me apesadumbraba eso?
Apesadumbrado para todas las equivocaciones estúpidas que había cometido. Apesadumbrado por ser tan egoísta. Apesadumbrado que ella fuera así de desafortunada en cuanto ha sentido ese trágico amor?. Apesadumbrado también para las cosas más allá de mi control-que había sido el monstruo quien la eligió para terminar su vida en el primer lugar.
Llevé un profundo respiración-no haciendo caso de mi reacción desgraciada el sabor en coche-y intentado recogerse.
Quise cambiar el tema, para pensar en algo más. Afortunado para mí, mi la curiosidad sobre la muchacha era insaciable. Tenía siempre una pregunta.
“Díme una cosa,” dije.
“Sí?” ella todavía tenía rota la voz.
¿“Esta noche, justo antes de que yo doblara la esquina ¿en que pensabas? No podía entender tu expresión… No parecías asustada, sino más bien concentrada al maximo en algo.
“Qué estabas pensando esta noche, momentos antes de que girara en la esquina? “
“Intentaba recordar cómo incapacitar un atacante,” ella dijo, su voz más compuesta. “Ya sabes autodefensa. Le iba a meter la nariz en el cerebro a ese…” Su calma no duró al final de su explicación. Su tono cambio lleno de odio.
Ésta no era ninguna hipérbole, y su furia juguetona no era chistosa ahora.
Podría ver su figura-apenas frágil seda encima vidrio-eclipsada por los monstruos humanos fisted sustanciosos, pesados que la habrían lastimado. La furia hervida en la parte posterior de mi cabeza.
“ibas a luchar contra ellos?” Quise gemir. Sus instintos eran mortales “no pensases en correr?”
“No,” ella mintió, se le quebró la voz. “Me caigo mucho cuando corro,” dijo vergonzosamente.
“Y en chillar?”
“Estaba apunto de hacerlo”
Sacudí mi cabeza en incredulidad. ¿Cómo se había conseguido mantener viva antes de llegar a Forks?
"Tienes razón. Definitivamente estoy luchando contra el destino al mantenerte con vida” le dije con voz agria Ella suspiró, y Continuo mirando por la ventana. Entonces ella me miró de nuevo. "¿Te veré mañana?", Exigió bruscamente.
Mientras me encontraba en mi camino al infierno-yo podría así disfrutar del viaje. "Sí, también he de entregar un trabajo" ella me sonrió, y se sentía bien para hacerlo.
"Te reservaré un sitio para almorzar. " Su corazón latió con fuerza; de repente sentí mi corazón muerto de más caliente. Detuve el coche delante de casa de su padre. Ella no dejo de mirarme.
"¿Me prometes estar ahí mañana? ", insistió. "Lo prometo". ¿Cómo puede lo incorrecto darme tanta felicidad? Sin duda hubo algo de mal en eso. Ella asintió para si misma, satisfecho, comencé a quitarme la cazadora.
"Te la puedes quedar", me aseguró con rapidez. Yo quería dejarle una señal de mi compromiso. Un subvenir, al igual que la tapa de botella que estaba en mi bolsillo ahora…
" no tienes una para mañana " le recordé la rechazó de nuevo sonriéndome, “ No quiero tener que explicarselo a Charlie”, me dijo. Me imagino que no. Me sonrió a ella. "Ah, de acuerdo." Ella puso su mano sobre la puerta para abrirla y, a continuación, se detuvo. Poco dispuesta a abandonar, al igual que Yo no estaba dispuesto para dejarla ir. Para dejarla desprotegida, incluso por poco tiempo…
Petter y Charlotte se fueron correctamente, ahora de camino bastante lejos de Seattle, sin duda. Pero siempre hay otros. Este mundo no es un lugar seguro para toda obra humana, y sobre todo por que para ella parecía ser más peligroso que es para el resto.
"Bella?" Le pregunté, sorprendido por el placer era simplemente haciendo uso de la palabra en su nombre. "¿Sí?" "Vas a prometerme algo?" "Sí," está de acuerdo fácilmente y, a continuación, sus ojos más estrictos, como si el que ella había pensado en una motivo para oponerse. "No vayas sola al bosque,"le advertí, la vi a ella preguntándose acerca de esta petición lo cual desencadenó la objeción de conciencia en sus ojos.
Ella me contestó ceñuda y severa "¿Por qué?"
Yo la vi brillar en la oscuridad . La falta de luz no fue problema para mis ojos, pero tampoco tendría problemas para otro cazador. Sólo los seres humanos cegados. "No soy la criatura más peligrosa que ronda por ahí fuera," le dije. "Vamos a dejarlo así".
Ella tembló, pero se recuperó rápidamente e incluso sonriendo cuando ella me dijo, “lo que tu digas”.Su aliento tocó mi rostro, tan dulce y fragante.
Podría permanecer aquí toda la noche como esto, pero ella necesitó su sueño. Los dos deseos parecido igualmente fuerte como guerrearon continuamente dentro de mí: queriéndola siempre quisieran que ella fuera segura. Suspiré en las imposibilidades. “Te veré mañana,” dije, sabiendo que la vería mucho más pronto que eso. Ella no me vería hasta mañana, no obstante.
“Entonces hasta Mañana, ,” ella dijo mientras abría la puerta..
Agonía otra vez, mirando su partida.
Me incliné después de ella, queriendo detenerla aquí. “Bella?”
Ella dio vuelta, y entonces congelado, sorprendido encontrar nuestras caras así que cercano juntas. Abrumado también por la proximidad. El calor la cayó en ondas, acariciando mi cara. Podría todos sino la sensación la seda de su piel…
Su latido del corazón tardamudeó, y sus labios cayeron abierto.
“Que duermas bien,” susurré, y me incliné lejos antes de la urgencia en mi cuerpo la sed familiar o muy la nueva y extraña hambre sentir-pude hacer repentinamente que hace algo que pudo lastimarla.
Se sentó allí inmóvil por un momento, sus grandes y aturdido ojos. Me deslumbró. Deslumbrada y conjeturando al igual que yo. Ella se recuperó, aunque su cara era todavía un poco pasmada sacó medio cuerpo fuera del coche, medio disparada que tuvo que agarrarse al marco del coche tras tropezar torpemente con sus pies.
Yo reí demasiado bajo para que ella lo pudiera escuchar.
Observé como anduvo tropezando hasta llegar a la puerta. Segura por el momento. Y yo estaría pronto de vuelta.
Sentí como sus ojos me seguían por la oscura calle. Era una sensación muy diferente a la que yo estaba acostumbrado. Por lo general yo podía saber lo que pensaba la gente viéndolo en mi mente. esto era extrañamente excitante, esa intangible situación de que sus ojos me vigilaban. Sabía que era solamente, por que eran sus ojos lo que me miraban. Millones de pensamientos cambiaban un y otra vez mientras yo conducía sin rumbo en la noche.
Circulé durante mucho tiempo a través de las calles, yendo en ninguna parte, pensando en Bella y en la increíble libertad que sentía ahora q ella sabía la verdad. Ya no tenía que temer que ella lo descubriera. Ella lo sabía y no le importaba. Aunque, obviamente era algo malo para ella. E increíblemente liberador para mi. Más que eso, ella me amaba. Aunque su amor no podía ser comparable al que yo sentía por ella.
Me encantó al a vez que me consumió pensando que este amor podía dañar su frágil cuerpo. Pero ella sentía fuertemente bastante. Bastantes para someter el miedo instintivo. Bastantes para querer estar conmigo. Y el estar con ella era la felicidad más grande que había sentido nunca.
Por un momento – me sentí solo y dolido por este cambio- al sentir la felicidad incapaz de detener la tragedia. Era feliz por que ella velaba por mí. Exaltante en el triunfo de haber ganado su afecto. Sólo imaginándome día a día más cerca de ella, escuchar su voz y su sonrisa.Recordé la sonrisa en mi cabeza, ver como sus labios se inclinaba hacia arriba, acentuando el hoyuelo de su barbilla, la forma en que sus cálidos ojos me funden…
Sus dedos los había sentido tan cálido y suave en mi mano esta noche. Me imaginaba cómo me sentiría al tocar la delicada piel que se extendía sobre su pómulos-sedoso, cálido… tan frágil. Seda más de vidrio… terriblemente frágil. No vi hacia donde me conducían mis pensamientos hasta que fue demasiado tarde. Perdido en las sombras palidecí de miedo- apreté mi mandíbula, sus ojos feroces, concentrada, su cuerpo delgado preparado y toscas formas alrededor de ella, esta pesadilla me abatió.
“Ah,” gemí como el odio que hervía a fuego lento que todos sino olvidado en la alegría de amar su explosión otra vez en un infierno de la rabia.
Era solo. Era Bella, yo confiaba en que en el interior de su casa estuviera segura, por el momento.
Ferozmente me alegré de que Charlie Swan-jefe de la policía local, estuviera y armado - era su padre. Eso debe significar algo, proporcionar un poco de protección para Bella. Ella estaba segura. No tomaría mucho tiempo para vengar el insulto… No. Ella merecía lo mejor. No podría permitir que ella cuide de un asesino. Pero… ¿qué pasa con los demás? Bella estaba segura, sí. Ángela y Jessica estaban también, sin duda, en la seguridad de sus camas. Sin embargo, había un monstruo suelto en las calles de Port Angels. Un monstruo humano- que hacía que el resto de humanos estuvieran en “problemas”? Yo sabía que cometer un asesinato era incorrecto. Lo sabía. Sin embargo dejándolo libre, que pudiera atacar de nuevo tampoco era lo correcto.
La rubia anfitriona del restaurante. La camarera que no la vío. Ambas me había irritado de un modo trivial pero eso no significaba que merecieran estar en peligro. Cualquiera de ellas pudieron ser Bella.
Eso me hizo tomar una decisión.Di vuelta al coche del norte, acelerando ahora que tenía un propósito. Siempre que tuviera a el problema que estaba más allá mí-algo tangible como este-Yo sabía dónde podía ir en busca de ayuda..
Alicia estaba sentada en el porche de la casa, esperándome. Lo dejé tirado frente a la casa en vez de dejarlo en el garaje.
“Carlisle en su estudio,” Alicia me dijo antes de que yo preguntara..
“Gracias,” dije, acariciando su pelo mientras pasaba.
Gracias a ti por contestar a mi llamada, pensó sarcásticamente.
"OH." Me paré en la puerta. cogí mi móvil para verlo.. "Lo siento, yo ni siquiera comprobé de quier era… estaba ocupado.”
"Sí, lo sé. Lo siento, demasiado. En el momento en que vi lo que iba a ocurrir, vi que tu encontrabas el camino.”
"Estuvo cerca", me murmuró. Perdón, repitió ella, avergonzada de sí misma. Es fácil ser generoso, a sabiendas de que Bella estaba bien.
“No, te preocupes, no puedes estar en todo, nadie espera que seas omnisciente, Alicia.”
“Gracias.”
“yo le iba a preguntar por la cena, justo antes de que todo cambiara en mi mente”
Ella hizo muecas. Estaba preocupándome de otras cosas . Yo deseaba saberlo
“que es lo que te ha mantenido preocupada este tiempo?”
Jaspe que piensa en nuestro aniversario.
Ella rió.
Él está intentando no tomar ninguna decisión sobre mi regalo, pero creo que tiene una idea bastante buena…
“eres una desvergonzada.”
“sip.”
Ella frunció sus labios, y miró fijamente para arriba mí, una indirecta de la acusación en su expresión.
“pero puse mas atención el resto de la tarde. ¿Vas a decirle que ella lo sabe?”
Suspiré "Sí. Más tarde ". Yo no voy a decir nada, pero hazme un favor, díselo a Rose cuando yo no este cerca vale?”
yo retrocedí. "Claro." Bella se lo ha tomado bastante bien.
“Demasiado bien.”
Alicia hizo muecas en mí.
No subestimes a Bella.
Intenté bloquear la imagen que no quise ver-Bella y Alicia, muy buenas amigas..
Ahora me impacienté, suspire fuertemente. yo quería saber como iba a estar el resto de la noche. Por que estaba un poco preocupado de dejar Forks …”Alice” comencé a decir, pero ella adivinó mi pregunta
“ Ella estará estará bien esta noche. Ahora estoy vigilando mejor. ¿Ella clasifica de necesidades veinticuatro supervisiones de la hora, no hace ella?
“Por lo menos.”
“De todos modos, volverás bastante pronto.”
Tomé una respiración profunda. Las palabras eran hermosas para mí. “Venga, puedes ir donde quieras” me dijo
Me asintió, y se apresuró hasta la habitación de Carlisle. Él me estaba esperando, clavando sus ojos en la puerta, en lugar del libro de su escritorio.
"He oído decir que Alice que me buscarías", dijo, y sonrió. Es un alivio estar con él, para ver la empatía y la profunda inteligencia en sus ojos. Carlisle sabría qué hacer. "Necesito ayuda". "Cualquier cosa, Edward," prometió.
"¿Alice me ha contado lo sucedido esta noche con Bella?" Casi sucede, me dijo mortificado.
"Sí, casi. Tengo un dilema, Carlisle. Verá, Tengo ganas … muchas… de matar le. "Las palabras comenzaron a fluir rápida y apasionada. "Muchísimas. Pero sé que es incorrecto, porque sería la venganza, no justicia. ira, no la imparcialidad. Aún así, no puede ser justo dejar un violador en serie y asesino errante Port Angels! No sabiendo que existen otros seres humanos, otros como Bella, una victima. Otras mujeres, de las cuales alguien sienta por ellas lo que yo siento por Bella. Susceptibles a sufrir lo que yo he sentido, la amenaza a que la dañaran. No es correcto” é la Su sonrisa inesperada hizo que parara de decir aquellas frías palabras
“¿Ella es muy importante para ni, no es así? Estoy impresionado por todo el control que has tenido
"No estoy buscando elogios, Carlisle." "Por supuesto que no. Pero puede que te ayude lo que pienso, ¿puedo? "Él sonrió de nuevo.
"debemos tener cuidado, puedes estar tranquilo. No dañará a nadie más como a Bella…”
Vi el plan es su No era exactamente lo que quería, no para satisfacer mi ansias de brutalidad, pero pude ver que era lo correcto.
"Yo te mostraré dónde encontrarlo," dije. "Vamos a ir."
Él cogio su maletín negro. Habría preferido un plan más agresivo, un agrietado cráneo- ante la forma de sedación, pero Carlisle no me dejaría hacerlo a mi manera.
Tomamos mi coche. Alicie todavía estaba a concentrada . Ella hizo muecas y se agitó mientras que condujimos lejos. Vi que ella había anticipado por mí; no tendríamos ninguna dificultad.
El viaje era muy corto en el camino oscuro, vacío. La carretera vacía, apague mis faros para no llamar la atención. Me reí ante la idea de que pensaría Bella de todo esto. Yo había conducido mas lento que solía para poder prolongar mi estancia con ella.
Carlisle pensaba en Bella, también. No preví que ella sería tan buena para él. Eso es inesperado. Quizás esto tenía otro significado, Quizás era un propósito mayor. Solamente…
Él imaginó a Bella con la piel fría de la nieve y los ojos rojos de la sangre, y después retrocedió lejos de la imagen. Sí. Solamente De hecho. Porque cómo podría ser buena esa destrucción. ¿algo tan puro y encantador?
En la noche brilló, destruyendo toda la alegría de mis pensamientos de esta tarde. Edward merece la felicidad y ella es la adecuada. La firmeza de los pensamiento de Carlisle me sorprendió. Debe haber una manera.
Yo quería creer que si. Pero no hay mayor propósito de lo que estaba sucediendo a Bella. Sólo una feroz arpía, un feo, amargo destino que no pudo soportar Bella debía tener la vida que merecía. Apenas un feliz vicioso, un sino feo, amargo que no podría llevar para que Bella tenga la vida ella mereció.
No me retrasé en Port Angeles. Llevé a Carlisle directamente a la criatura.
Lonnie ahogaba su decepción con sus amigos- dos que estaban con él.
Seguí hacia delante.. Carlisle podría ver cómo me estaba resultando de difícil- escuchar los pensamientos de aquel monstruo y ver en su memoria, la memoria de Bella se mezclo con la de otras muchachas menos afortunadas a las que nadie habia podido salvar.
Mi respiración apresuró. Apreté el volante.
“Tranquilo, Edward” , él me dijo suavemente.
Lonnie fue nombrado ahogamiento su decepción con sus amigos y dos de los cuales habían ya pasó. Carlisle podía ver lo difícil que fue para mí estar tan cerca-para mí escuchar los pensamientos del monstruo y ver sus recuerdos, los recuerdos Voy a hacerlo correcto por la seguridad. Por la de Bella. Es exactamente lo correcto. Su nombre era la única distracción que podría significar para mí ahora.
Me alejé del coche y corrí de nuevo a Forks en línea recta a través del espeso bosque. me tomó menos tiempo que el primer viaje en el automóvil. En cuestión de minutos, más tarde que yo a escala del lado de su casa y escalé por su ventana.
En silencio suspiré con alivio. Todo estaba tal y como debe ser. Bella estaba segura. En su cama, soñando, su cabello mojado enmarañada como las algas marinas a través de la almohada. Pero, a diferencia de la mayoría de las noches, estaba hecha una bola con tensión en sus hombros. Tenía frío adiviné antes de sentarme en mi lugar habitual. Ella tembló en su sueño, sus labios temblaban.
Me aventuré a nuevos lugares de la casa, en los que era la primera vez que estaba. En el pasillo pude oir los fuertes ronquidos de Charlie. Casi pude ver que estaba soñando. Algo con las prisas de agua y la expectativa del paciente de pesca…, tal vez? Allí, en la parte superior de las escaleras, abrí en armario y empecé a buscar. Lo abrí esperanzadamente, y encontré lo que buscaba. Seleccioné la manta más gruesa del armario de lino minúsculo, y regresé a la habitación l. Lo volvería antes de que ella despertara, y nadie lo sabría..
Conteniendo mi respiración, puse cautelosamente la manta sobre ella; ella no reaccionó ante el peso. Volví a mi habitual sitio.
Mientras esperaban ansiosamente a que ella entrara en calor, pensé en Carlisle, me pregunté donde estaría ahora. Sabía que su plan iría sin problemas, Alice lo había visto.
El pensamiento en mi padre me hizo que suspiro-Carlisle dio imitación mucho crédito. Yo deseaba ser la persona que el pensaba que era. Esa persona, la persona que merece la felicidad de esta digna muchacha durmiente. Como cambiarían las cosas si pudiera ser ese Edward.
Mientras reflexionaba esto, una imagen extraña, llenó mi cabeza.
Por un momento, la imaginé la suerte de Bella, en vez de destrucción lo sustituí por el más entupido y temerario pensamiento. Un ángel de la guarda – una versión de Carlisle sobre mi. Haciendo caso omiso Con una sonrisa en sus labios, sus ojos llenos de malicia, el ángel Bella formado de tal manera que existe. no había manera que podría pasarla por alto posiblemente. Un ridículo olor potente para exigir mi atención, una mente silenciosa que inflame mi curiosidad, una belleza reservada para sostenerse los ojos, un alma desinteresada para ganar mi temor. Deje hacia fuera el sentido natural de la uno mismo-preservación-tan que Bella podría llevar para ser cercano mí-y, finalmente, para agregar una raya ancha de la suerte espantoso mala.
Con una risa descuidada, el ángel irresponsable propulsó su creación frágil directamente en mi trayectoria, confiando en alegremente en mi moralidad dañada para mantener Bella vivo.En esta visión, no era oración de Bella; ella era mi recompensa.
Sacudí mi cabeza en la fantasía del ángel impensable. Ella estaba mucho mejor. No podría pensar bien en una energía más alta que se comportaría de una manera tan peligrosa y estúpida. Por lo menos podría luchar contra el destino..
Y no era ningún ángel. Ellos se reservaban para la gente buena como Bella. Pero donde está el ángel de Bella, a todo esto? ¿Quién vigilaba ella?
Reí silenciosamente, asustado, pues ahora mismo era yo quien hacía ese papel.
Allí un vampiro ángel – estaba en su papel.
Después alrededor de de una media hora, Bella se relajó fuera de la bola apretada. Ella respiró profundamente y comenzó a murmurar. Sonreí, satisfecho. Era una pequeña cosa, pero por lo menos ella dormía más comfortablemente esta noche porque estaba aquí.
“Edward,” ella suspiró, y ella sonrió, también.
Empujé tragedia a un lado por el momento, y me dejé ser feliz otra vez.
sábado, 10 de septiembre de 2005
Capítulo 9 - Port Angeles
9 Port Ángeles
Estaba demasiado soleado para mí como para conducir en la ciudad, cuando conseguí acercarme a Port Angeles; el sol estaba todavía demasiado alto, y, aunque mis ventanas fueran oscuras, no había ninguna razón para tomar riesgos innecesarios. Riesgos más innecesarios, debería decir
Estaba seguro que sería capaz de encontrar los pensamientos de Jessica que eran más fuerte a la distancia que los de Ángela, pero una vez que encontrase el primero, sería capaz de enterarme del segundo.
Entonces, cuando anocheciera, podría acercarme.
Por ahora, fui por un camino bordeando la ciudad que parecía ser raras veces usado. (Lo dice como si bordeara la ciudad y fuera un camino viejo, abandonado)
Yo conocía la dirección general para buscar en Port Angeles -había realmente sólo un lugar para comprar un vestido. No paso mucho antes de que encontrara a Jessica, que giraba en una esquina el espejo, y yo al fin podía ver a Bella en su visión periférica, valorando el vestido largo negro que ella llevaba. Bella todavía miraba enfadada
—Te dije que no era cierto —susurró Ángela a Jessica No puedo creer que la altere eso, al menos ella sabe que tendrá una pareja para el baile de fin de curso.
¿Y si Mike no se divierte en el baile, y él no me pregunta la próxima vez? ¿Y si él invita a Bella para ir al baile de fin de curso? ¿Ella habría invitado a Mike al baile si yo no hubiera dicho nada? ¿Piensa él que Bella es más bonita que yo? ¿Piensa Bella que es más bonita que yo?
"Me gusta más el azul. Ese realmente recalca tus ojos " Jessica se rió de Bella con falsedad, mirándola con desconfianza. ¿Realmente piensa eso? ¿O quiere que me parezca a una vaca el sábado?
Me canse de escuchar a Jessica. Y busqué a Ángela ah, pero Ángela estaba en el probador de vestidos, y salí rápidamente de su cabeza para darle intimidad. Bien, no había mucho problema Bella podría entrar en los grandes almacenes. Las había dejado en la tienda y luego volvería a escuchar cuando hayan terminado. No pasaría mucho hasta que fuera oscuro - las nubes comenzaban a volver, desde el oeste. Sólo podía vislumbrarlas entre los espesos árboles, pero podía ver como ellos adelantarían a la puesta del sol y les di la bienvenida, ansiaba sus sombras más que alguna otra vez. Mañana podría sentarme al lado de Bella en la escuela y monopolizar su atención en el desayuno otra vez. Podría hacer todas las preguntas que había estado guardando en mí…
Bella estaba furiosa sobre la presunción de Tyler.
Había visto en su cabeza, que Tyler lo había querido decir literalmente cuando había hablado de la fiesta de fin de curso, que él la estaba invitando… Imaginé su expresión a partir de aquella otra tarde - la incredulidad ultrajada - y me reí.
Me pregunté lo que ella le diría sobre esto. Yo no quería omitir su reacción. El tiempo paso lentamente mientras esperé las sombras para poder salir del auto. Revisé de vez en cuando a Jessica; su voz mental era la más fácil para encontrar, pero no me gustó pasar allí mucho tiempo. Observe el lugar donde planificaban comer. Sería oscuro para la cena y…. Quizás, por casualidad escogiera el mismo restaurante. Toque el teléfono en mi bolsillo, pensando en invitar a Alice a comer… le gustaría esto, pero también querría dirigirse a Bella. Y no estaba seguro de estar listo para tener a Bella más involucrada en mi mundo. ¿No era suficiente problema un vampiro? Revisé rutinariamente a Jessica otra vez. Ella pensaba en su joyería, preguntando la opinión de Ángela.
“Tal vez debería comprar el collar de la otra tienda. Tengo en casa el que probablemente me pondré y ya gasté más de mi presupuesto…” mi mamá va a estar furiosa. ¿Qué estaría pensando?
"No me importa volver a la tienda. ¿Piensas que Bella nos buscará?”
¿Qué era esto? ¿Bella no estaba con ellas? Miré fijamente através de los ojos de Jessica primero, luego cambie a los de Ángela. Ellas estaban sobre la vereda delante de una línea de tiendas, yendo por otro camino. Y Bella no estaba a la vista.
¿Ah, quién se preocupa por Bella? Jess pensó con impaciencia, antes de contestar a la pregunta de Ángela. "Ella es inteligente. Estaremos en el restaurante en poco tiempo, incluso si volvemos a la otra tienda. De todos modos, pienso que ella quiere estar sola." Conseguí brevemente vislumbrar en el pensamiento de Jessica, la librería donde Bella había ido,
"Bueno apresurémonos, entonces", dijo Ángela. Espero Bella no piense que la abandonamos. Ella fue tan agradable con migo en el coche… es realmente una buena persona. Ha parecido interesado en los Cullen todo el día. ¿Me pregunto si es debido a Edward Cullen? Apostaría lo que fuera a que él era el porque de que ella preguntara por su familia…
Debería haber estado poniendo mayor atención. ¿Cuánto me había perdido aquí? ¿Bella estaba caminando sola, y ella había estado preguntando por mí? Ángela prestaba atención a Jessica que balbuceaba sobre aquel idiota Mike; ya no podría conseguir nada más de ella.
Juzgué las sombras. El sol estaría detrás de las nubes bastante pronto. Si me quedara del lado oeste del camino, donde los edificios me protegerían del sol la calle de la luz que se descoloraría…
Comencé a sentirme ansioso cuando conduje por el tráfico escaso en el centro de la ciudad. No había considerado esta posibilidad- A Bella paseando sola- y no tuve ni idea como encontrarla. Yo conocía bien Port Ángeles; conduje directamente a la librería en la cabeza de Jessica, esperando que mi búsqueda fuera corta, pero la incertidumbre era lógica. ¿Cuándo alguna vez lo hizo Bella fácil?
Estaba seguro, que la pequeña tienda vacía, excepto por la mujer anacrónicamente vestida detrás del mostrador. No seria la clase de lugar al que Bella estaría interesada en ir- ¿Me pregunté si ella se hubiera molestado en entrar? Había un pedazo de sombra donde yo podría aparcar que hizo un sendero oscuro inmediatamente en proyección de la tienda. Realmente no debería estar en las calles en horas de luz solar, no era seguro. ¿Y si un coche pasaba y lanzaba la reflexión del sol a la sombra justo en el momento incorrecto?
¡Pero yo no sabía donde más buscarla! Aparque y me escapé, manteniéndome del lado más profundo de la sombra. Crucé de un salto rápidamente a la tienda, notando el rastro débil del olor de Bella en el aire. Ella había estado aquí, sobre la vereda, pero no había ninguna indirecta de su fragancia dentro de la tienda. “¡Bienvenido! ¿Puedo ayudarte?”- la bibliotecaria comenzó a decir, pero yo ya estaba afuera. Seguí el olor de Bella por donde la sombra me lo permitía, hasta que llegue al borde donde la luz solar comenzaba.
Esto me hizo impotente y me cerco el sentido por la línea entre la sobra oscura y la luz estirándose a través de la calle delante de mí. Tan limitado. Yo sólo pude adivinar que ella había seguido a través de la calle hacia el sur. No había realmente mucho en aquella dirección. ¿Se habría perdido? Bien, aquella posibilidad no sonó completamente mal. Regresé al coche y conduje despacio por las calles, buscándola. Apreté el paso en unos otros parches de sombra, pero sólo encontré su olor y una vez más la dirección que tomo me confundió. ¿Dónde trataba ella de ir?
Conduje hacia adelante y hacia atrás entre la librería y el restaurante unas veces, esperando verla sobre su camino. Jessica y Ángela estaban ya allí, tratando de decidir si ordenar, o esperar a Bella. Jessica insistía en pedir inmediatamente.
Comencé a revolotear por las mentes de forasteros, examinando sus ojos. Seguramente, alguien debe haberla visto en algún sitio. Me puse cada vez más nervioso mientras pasaba el tiempo. No había pensado lo difícil que podría demostrar ser encontrarla una vez, como ahora, ella estuviera fuera de mi vista y de sus caminos normales. No me gustó esto.
Las nubes se congregaban sobre el horizonte, y, en unos minutos más, Seria libre de rastrearla a pie. No me tomaría mucho tiempo entonces. Era sólo el sol lo que me hacia tan impotente. Solo unos pocos minutos más, y luego la ventaja sería mía otra vez y sería el mundo humano el impotente a mi.
Una mente, y otra. Tantos pensamientos triviales.
¿…pensar que él bebé tiene otra infección del oído … era de 6 o 4 ah… "o seis ah cuatro "…?
Tarde otra vez. ¡Debería decirle… aquí viene ella!
-¡¡ahá!! Allí, por fin, era su cara. ¡Finalmente, alguien la había notado!-
El alivio duró para sólo una fracción de segundo, y luego leí más profundamente los pensamientos del hombre que se regodeaba con su cara en las sombras. Su mente era extraña para mí, y sin embargo, no totalmente desconocida. Yo había cazado exactamente tales mentes.
“¡No!” rugí, y una volea de gruñidos estalló de mi garganta. ¿Mi pie empujó el acelerador al piso, pero adónde iría? Solo conocía la ubicación general de sus pensamientos, pero no era lo bastante específico. ¡Tenia que haber algo allí!- el letrero de la calle, un frente de tienda, algo a su vista que descubriera su posición. Pero Bella estaba en la profundidad de las sombras, y sus ojos se concentraron sólo sobre su gozo ante la expresión asustada y de miedo allí. Su cara fue enturbiada en su mente por la memoria de otras caras. Bella no era su primera víctima.
El sonido de mis gruñidos sacudió el marco del coche, pero no me distrajo. No había ventanas en la pared detrás de ella. Era algún sitio industrial, lejos del distrito más poblado donde se hacen las compras. Mi coche chilló alrededor de una esquina, pase por delante de otro vehículo, que se dirigía en lo que esperé era la dirección derecha. En ese tiempo otro conductor tocó la bocina, el sonido era lejano detrás de mí. Mire su sacudida
El hombre rió en silencio anticipandose al miedo que se dibujaria en ella– la parte de la que él disfrutaria.
"apártese de mí" la voz de ella era baja y estable, no un grito.
"No seas así, ricura"
Él la miró estremecerse ante una risa camorrista que llego por otra direccion. Él se irrito por el ruido, ¡Jeff! Penso- pero él disfrutó del modo en que ella se abatió. Esto lo excitó. Él comenzó a imaginarse sus súplicas, el modo que ella pediría… yo no había comprendido que había otros con él hasta que oí la risa. Exploré por él, desesperado por algo que yo pudiera usar para ubicarlo. Él iba primero dirigiéndolos, doblando sus manos. Las mentes alrededor de él no eran un pozo negro como la suya. Ellos ligeramente fueron embriagados, comprendiendo como el hombre que ellos llamaron Lonnie ya había experimentado esto. Ellos seguían la ventaja de Lonnie a ciegas. Les había prometido un poco de diversión…
Uno de ellos echó un vistazo calle abajo, nervioso - él no quiso seguir acosando a la muchacha - y me dio lo que necesité. Reconocí la calle hacia la que él miró fijamente. Volé bajo un disco rojo, que se desliza por un espacio justo lo bastante amplio entre dos coches en el tráfico. Las bocinas resonaron detrás de mí.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo. No hice caso de ello. Lonnie se movió despacio hacia la muchacha, terminando el suspenso - el momento de terror lo despertó. Él esperó su grito, disponiéndose a saborearlo. Pero Bella cerró su mandíbula y se reforzó. Él se sorprendió - había esperado que ella tratara de correr. Sorprendido y ligeramente decepcionado. Le gustó ir en busca de su presa, la adrenalina de la caza. Es valiente. Tal vez sea mejor, imagino…mas luchara ella. Yo estaba un bloque lejos. El monstruo podría oír el rugido de mi motor ahora, pero él no le puso atención, demasiado absorbido en su víctima.
Ya veremos como él disfrutara de la caza cuando sea la presa, veremos lo que él pensara de mi estilo de caza. En otro compartimento de mi cabeza, yo ya revisaba la gama de torturas a las que había atestiguado en mis días vigilantes, buscando el más doloroso de ellos. Él sufriría por esto, se retorcería en la agonía. Los demás simplemente morirían por su parte, pero el monstruo llamado Lonnie pediría morir mucho antes de que yo le diera aquel regalo. Él estaba en el camino, cruzando hacia ella. Gire bruscamente en la esquina, y las luces del auto se esparcieron a través de la escena el resto de ellos se congelo en el lugar. Yo podría haber atropellado al líder, que saltó del camino, pero era una muerte demasiado suave para él.
Luego ella alzó la vista hacia mí -con la expresión más confiada que alguna vez había visto sobre una cara humana- y todos mis proyectos violentos desmenuzados. Me tomo menos de un segundo ver que no podría abandonarla en el coche para tratar con los cuatro hombres en la calle. ¿Qué le diría yo, no mires? ¡¡Ajá!! ¿Cuándo alguna vez hizo lo que le pedí? ¿Cuándo alguna vez ella hizo algo seguro? ¿Los arrastraría lejos, de su vista, y la abandonaría sola aquí? ¡Era probable que otro humano peligroso merodeara las calles de Port Ángeles esta noche, y no seria el primero!
Como un imán, todas las cosas peligrosas se dibujaron hacia ella. No podía alejarla de mi vista.
Esto parecería parte del mismo movimiento, aceleré, llevándomela de sus perseguidores tan rápidamente que ellos se quedaron mirando mi coche con expresiones perplejas. Ella no reconocería mi instante de vacilación, asumiría que el plan era la fuga a partir del principio.
Yo aún no podía golpearlo con mi coche. Esto la asustaría. Quise su muerte tan ferozmente que la necesidad de ello sonó en mis oídos, nubló mi vista y lleno de sabor mi lengua. Mis músculos se contrajeron con la urgencia, el ansia, la necesidad de ello. Tenia que matarlo. Yo pelaría de una manera lenta, arrancándole pedazo por pedazo, la piel del músculo, el músculo del hueso…
Pero la muchacha - la única muchacha en el mundo -se adhería a su asiento con ambas manos, mirándome fijamente, sus ojos todavía grandes y completamente confiados. La venganza tendría que esperar.
"Ponte el cinturón de seguridad" le pedí.
Mi voz era áspera con el odio y la sed de sangre. No la sed de sangre habitual. Yo no me ensuciaría tomando ninguna parte de aquel hombre dentro de mí. Ella abrocho el cinturón de seguridad, saltando ligeramente con el sonido que esto hizo. Aquel pequeño sonido hizo que saltara, pero no se estremeció por como maneje por la ciudad, haciendo caso omiso de todas las señales de tráfico. Podía sentir sus ojos sobre mí. Ella parecía extrañamente relajada. Esto no tenia sentido para mi- no con lo que ella acababa de pasar “¿Estas bien?” Preguntó, su voz a la intemperie con la tensión y el miedo. ¿Ella queria saber si yo estaba bien?
Pensé en su pregunta por una fracción de segundo. No era mucho tiempo para que ella notara la vacilación. ¿Estaba bien?
"No", respondí, y mi tono bulló con la rabia. Fui por el mismo camino abandonado donde pase la tarde ocupada en la vigilancia más pobre alguna vez vista. Estaba oscuro ahora bajo los árboles. Estaba tan furioso que mi cuerpo se congeló en aquel lugar, completamente inmóvil. Hecho hielo - Mis manos cerradas ansiaron aplastar a su atacante, molerlo en pedazos tan destrozados que su cuerpo nunca podía ser identificado. Pero esto implicaría dejarla aquí sola, sin protección en una noche oscura.
“¿Bella?” Pregunté entre dientes.
"¿Sí?" respondió con voz ronca limpiando su garganta. "¿Estás bien?" era realmente la cosa más importante, la prioridad. La venganza era secundaria pero mi cuerpo estaba tan lleno de rabia que era difícil pensar.
"Sí". Su voz era todavía áspera - por el miedo, sin duda. Yo no podía abandonarla. Incluso si ella no estaba en riesgo constante por alguna broma a la razón y castigo el universo se aprovechaba de mí - incluso si pudiera estar seguro que ella estaría perfectamente en una caja fuerte en mi ausencia, no podría abandonarla sola en la oscuridad. Ella debe estar tan asustada.
Pero no estaba en la mejor condición para consolarla - incluso si conociera exactamente como debía lograrlo, no lo haría. Seguramente ella podría sentir la brutalidad que yo irradiaba, seguramente era muy obvia. La asustaría aún más si no controlaba la lujuria de la matanza que hervía dentro de mí. Tenia que pensar en algo más.
"Distráeme, por favor" supliqué.
"¿Lo siento, qué?" apenas tenía bastante control para tratar de explicar lo que necesitaba.
"Limítate a charlar de cualquier cosa insustancial hasta que me calme" instruí, con mi mandíbula todavía cerrada. Sólo el hecho de que ella me necesitaba me sostuvo dentro del coche. Podría oír los pensamientos del hombre, su decepción y enfado… sabría donde encontrarlo… cerré mis ojos, deseando no poder ver de todos modos…
“Um…” ella vacilo-intentando dar sentido a mi petición, me imaginé.
“¿Mañana antes de clase voy a atropellar a Tyler Crowley?” Dijo esto en forma de pregunta. Sí - esto era lo que necesitaba. Desde luego Bella salio con algo inesperado. Como lo había hecho antes, la amenaza de violencia que atravesaba sus labios era alegre tan cómica era discorde. Si yo no hubiera estado quemándome con el impulso de matar, me habría reído.
“¿Por qué?" ladré forzandola a hablar otra vez.
"Va diciendo por ahí que me va a llevar al baile de promoción... O está loco o intenta hacerme olvidar que casi me mata cuando... Bueno, tú lo recuerdas, y cree que la promoción es la forma adecuada de hacerlo. Estaremos en paz si pongo en peligro su vida y ya no podrá seguir intentando enmendarlo. No necesito enemigos, y puede que Lauren se apacigüe si Tyler me deja tranquila." continuó ella, pensativa ahora.
"Aunque también podría destrozarle el Sentra. No podrá llevar a nadie al baile de fin de curso si no tiene coche...”
Era alentador ver que ella a veces quería el mal. Pero la persistencia de Tyler no tenía nada que ver con el accidente. Ella no parecía entender lo que le dijo a los muchachos humanos en el instituto. ¿No vio la promesa que me había hecho, tampoco? Ah, esto era costoso. Los procesos incomprensibles de su mente siempre me absorbían. Comenzaba a ganar control, a ver algo más allá de la venganza y la tortura…
"Me enteré sobre esto," le dije. Ella había dejado de hablar, y la necesité para terminar de calmarme.
¿Sí? Ella preguntó con incredulidad. Y luego su voz sonaba más enfadada que antes.
“si está paralítico del cuello para abajo, tampoco podrá ir al baile de fin de curso” Deseé que hubiera algún modo de pedirle que siguiera con las amenazas de muerte y daños corporales a otros. Ella no podía haber escogido un mejor camino para tranquilizarme. Y su sarcasmo de palabras, solamente en su caso, hipérbolas - era un recordatorio, que cariñosamente necesité en este momento. Suspiré, y abrí mis ojos.
“¿Mejor?" ella preguntó tímidamente.
"No realmente."No, yo estaba más tranquilo, pero no mejor. Acababa de comprender, que no podría matar al monstruo llamado Lonnie, pero todavía quería hacerlo más que casi cualquier otra cosa en el mundo. Casi. La única cosa en este momento que quise más que cometer un asesinato sumamente justificable, era a esta muchacha. Y, aunque no pudiera tenerla, solamente el sueño de tenerla hizo imposible para mí continuar con una juerga de matanza esta noche, sin importar cuan defendible fuera tal cosa. Bella me mereció más que un asesino.
Había pasado siete décadas tratando de ser otra cosa- algo diferente a un asesino. Aquellos años de esfuerzo nunca podrían hacerme digno de la muchacha que se sienta a mí lado. Y sin embargo, sentí que si devolvía aquella vida - la vida de un asesino - por una noche, yo seguramente lo encontraría. Incluso si no bebía su sangre - incluso si no tenía aquellas pruebas que hacen arder mis ojos al rojo vivo- ¿Ella sentiría la diferencia? Trataba de estar bien para ella. Era un objetivo imposible. Pero seguiría intentando.
“¿Qué es lo que pasa?” Ella susurró.
Su aliento llenó mi nariz, y me recordó el por qué yo no podía merecerla. Después de todo esto…ella todavía hacía agua mi boca. Le daría tanta honestidad como pudiera. Le debía esto.
"A veces tengo un problema con mi carácter, Bella." miré fijamente hacia fuera en la noche negra, deseando tanto que oyera el horror inherente en mis palabras como también que no lo haga.
"Pero no me conviene dar media vuelta y dar caza a esos..." solo el pensarlo casi me tiró del coche. Suspiré, dejando la quemadura del olor debajo de mi garganta.
“Al menos, eso es de lo que me intento convencer.”
“Ah” ella no dijo nada más. ¿Cuánto había oído ella en mis palabras? Le eché un vistazo furtivamente, pero su cara era ilegible. En blanco de la impresión, quizás. Bien, no gritaba. No aún. Estuve tranquilo durante un momento. Pero estaba en guerra conmigo, tratando de ser quien debería ser. Quien no podía ser.
"Jessica y Ángela estarán preocupadas," dijo ella silenciosamente. Su voz era muy tranquila, yo no entendía como. ¿Estaba ella en shock? Tal vez los acontecimientos del atardecer no se habían asentado en ella aún. Como se suponía, las encontraba. ¿Quiso estar lejos de mí? ¿O solo estuvo preocupada por si sus amigos se asustaban por su ausencia?
No le contesté, pero encendí el coche y retrocedí. Con cada pulgada con la que me acercaba a la ciudad, más difícil se me hacia agarrarme a mi objetivo. ¿Estaba tan cerca de él… si fuera imposible - si yo nunca pudiera tener, ni merecer a esta muchacha entonces qué sentido tenia que aquel hombre quedara impune? Seguramente yo podría permitirme tanto que no… yo no lo haria. No aún. Quise que ella se rindiera.
Aparque en el restaurante donde ella, se suponía, encontraría a sus amigas antes de que yo hubiera comenzado a darle sentido a mis pensamientos. Jessica y Ángela ya habían terminado de comer, y ambas ahora realmente estaban preocupadas por Bella. Estaban pensando un modo de buscarla, marchándose a lo largo de la calle oscura. Esta no era una buena noche para vagar-
“¿Cómo sabías dónde...?" la pregunta inacabada de bella me interrumpió, y comprendí que había cometido otra metida de pata. Había sido demasiado distraído para acordarme de preguntarle donde, se suponía, encontraría a sus amigas. Pero, en vez de terminar la pregunta y presionar el punto, Bella solo sacudió su cabeza y medio rió. ¿Qué significaría esto? Bien, no tenía el tiempo para dar vueltas a su aceptación extraña de mi conocimiento de forastero. Abrí mi puerta. ¿Qué haces? Ella preguntó, pareciendo asustada. No dejando de mirarla. No permitiéndomelo por solo esta noche. En aquel lugar. “Llevarte a cenar."
Bien debería ser interesante. Se pareció a otra noche distinta, a la que yo me había imaginado a Alice trayéndola y fingiendo escoger el mismo restaurante que Bella y sus amigas por casualidad. Y ahora, aquí estaba, prácticamente en una cita con la muchacha. De esto no se dio cuenta, porque yo no le daba una posibilidad para decir no. Ella ya tenía su puerta entreabierta antes de que yo hubiera pasado alrededor del coche - no era por lo general tan frustrante tener que moverse en una velocidad discreta - en vez de esperar para que abra la puerta. ¿No espero a esto porque no estaba acostumbrada al trato como una señora, o porque no pensó en mí como un caballero? La esperé para unirme, poniéndome más deseoso al ver que sus amigas continuaban hacia la esquina oscura.
“Detén a Jessica y Ángela antes de que también deba buscarlas a ellas. Dudo que pudiera volver a contenerme si me tropiezo otra vez con tus amigos". No, yo no sería bastante fuerte para esto. Ella se estremeció, y luego rápidamente se apuro. Fue medio paso hacia ellas, y las llamo:
“¡Jess! ¡Ángela!” En voz alta. Se dieron vuelta, y ella agitó su brazo sobre la cabeza para lograr su atención. ¡Bella! ¡Ah, ella esta bien! Ángela pensó con alivio.
“¡Es muy tarde!” Jessica se le quejó pero también estaba agradecida que Bella no estuviera perdida o lastimada. Esto me dio de Jess un poco más de lo que creía. Se apresuraron a volver, y luego se pararon, impresionadas al verme al lado de ella. ¡Uh-uh! Jess pensó, atontada. ¡Ningún camino libre!.
¿Edward Cullen? ¿Se marchó sola para encontrarlo? Pero por qué pregunto si estaban en la ciudad si sabia que él estaba aquí… conseguí un breve destello de la expresión mortificada de Bella cuando pregunto a Ángela si mi familia se ausentaba a menudo de la escuela. No, ella no podía haberlo sabido, decidió Ángela.
Los pensamientos de Jessica se movían por delante de la sorpresa y la sospecha. Bella me estaba resistiendo. “¿Dónde has estado?” Ella exigió, mirando fijamente a Bella, pero mirándome de reojo
“Me perdí y luego me encontré con Edward”. Dijo Bella, agitando una mano hacia mí. Su tono era notablemente normal. Eso era realmente lo que había pasado. Debe estar en shock. Era la única explicación de aquella tranquilidad. “¿Os importaría que me uniera a vosotras?” Pedí - fui cortés; sabía que ya habían comido.
¡La mierda santa, pero él es sexi! Jessica pensó, de pronto ligeramente incoherente. Ángela no fue mucho más seria: ¡Él deseo que nosotras no hubiéramos comido! Wow!, solo, Wow! ¿Podría hacerle esto a Bella?
"Eh, sí, claro", Jessica estuvo de acuerdo. Ángela frunció el ceño.
"Um, de hecho, Bella, lo cierto es que ya hemos cenado mientras te esperábamos..." admitió ella.
"Perdona"
¿Qué? ¡Cállate! Jess se quejó internamente.
Bella se encogió por accidente. Tan a gusto. Definitivamente en shock.
"No pasa nada - no tengo hambre" Dijo.
"Creo que deberías comer algo" no discrepé. Ella necesita del azúcar en su torrente sanguíneo - aunque ya oliera bastante a caramelo, pensé irónicamente. El horror iba a venir cayendo sobre ella momentáneamente, y un estómago vacío no ayudaría. Estaría más débil con facilidad, como sabía de la experiencia.
Estas muchachas no estarían en ningún peligro si fueran directamente a casa. El peligro no acechó sus pasos. Y yo prefería estar solo con Bella mientras ella estuviera dispuesta a estar sola conmigo
“¿Os importa que lleve a Bella a casa esta noche?” Dije a Jessica antes de que Bella pudiera responder. “Así, no tendréis que esperar mientras cena"
"Eh, supongo que no... Hay problema..." Jessica miró a Bella, buscando algún signo de que esto era lo que ella quería. Quiero quedarme…pero ella probablemente lo quiere para ella. ¿Quién no, no? Jess pensó. Al mismo tiempo, ella vio a Bella guiñar un ojo. ¿Bella guiñó?
“De acuerdo" Ángela dijo rápidamente, apresurada para estar fuera del camino si era lo que Bella quería. Y pareció que realmente lo quería. “Os vemos mañana, Bella, Edward..." luchó para decir mi nombre en un tono ocasional. Entonces agarró la mano de Jessica y comenzó a remolcarla lejos.
Tendría que encontrar algún modo de agradecer a Ángela por esto. El coche de Jessica estaba en un círculo brillante de luz echada por un farol. Bella las miró con cuidado, un pequeño pliegue de preocupación apareció entre sus ojos, hasta que estuvieron en el coche, entonces debía estar totalmente consciente del peligro en el que había estado. Jessica agitó su brazo al irse, y Bella la saludo también. No fue hasta que el coche desapareciera que suspiró y se giro para alzar la vista hacia mí.
"Francamente, no tengo hambre" dijo ella. ¿Por qué habría esperado ella a que se fueran para decir esto? ¿Realmente quería estar sola conmigo, incluso ahora, después de la atestiguación de mi rabia homicida?
Si era este el caso o no, ella iba a comer algo. "Compláceme" dije. Sostuve la puerta del restaurante abierta para ella y esperé. Suspiró, y entro. Pase al lado de ella hacia el mostrador donde la posadera esperó. Bella todavía parecía completamente serena. Quise tocar su mano, su frente, comprobar su temperatura. Pero mi mano fría la rechazaría, como había sucedido antes. –Ah… Mio,- la voz mental bastante ruidosa de la posadera se metió en mi cabeza. -Mio, ah mío-.
Pareció ser mi noche para hacer girar cabezas. ¿O sólo lo notaba yo porque deseaba tanto que Bella me viera del mismo modo? Nosotros éramos siempre atractivos a nuestra presa. Nunca había pensado tanto en ello antes. ¿Por lo general - a no ser que, como con gente como Shelly Cope y Jessica Stanley, allí la repetición constante fuera a superar el horror - el miedo dio patadas rápidamente después de la atracción inicial …
"Una mesa para dos" incité cuando la posadera no habló.
“Ah, er, sí. Bienvenidos a la bella Italia.” ¡Mmm...! ¡Qué voz! "Por favor sígame" sus pensamientos eran preocupadamente interesados. Tal vez ella es su prima. No podía ser su hermana, no tiene la misma mirada. Pero familia, definitivamente. Él no puede estar con ella.
Esos ojos humanos estaban nublados, no vieron nada claramente. ¿Cómo podría ser que la mujer importada encuentre mis trampas de señuelos físicas, para las presas tan atractivas, y aún ser incapaz de ver la perfección suave de la muchacha a mi lado?
Bien, no hay ninguna necesidad de echarle una mano, por si acaso, la posadera pensó mientras nos condujo a una mesa familiar en medio de la parte más atestada del restaurante. ¿Puedo darle mi número mientras ella está allí…? Ella reflexionó. Saque un billete de mi bolsillo trasero. La gente era invariablemente cooperativa cuando el dinero estaba implicado. Bella ya tomaba el asiento que la posadera indicada sin objeción. Sacudí mi cabeza hacia ella, y vaciló, amartillando su cabeza con curiosidad. Sí, ella sería muy curiosa esta noche. Una muchedumbre no era el lugar ideal para esta conversación.
"¿Quizás algo más privado?" solicité a la posadera, dándole el dinero. Sus ojos se ensancharon en la sorpresa, y luego se estrecharon mientras su mano se cerraba alrededor del dinero.
“Seguro" Echó una ojeada al dinero mientras nos condujo alrededor de una pared divisora. ¿Cincuenta dólares para una mejor mesa? Rico, también. Esto tiene otro sentido-apuesto que su chaqueta cuesta más que mi último pago. Maldito. ¿Por qué quiere intimidad con ella? Ella nos ofreció una cabina en una esquina tranquila del restaurante donde nadie sería capaz de vernos - podría ver las reacciones de Bella a lo que le dijera. No tenía ninguna pista a lo que ella querría de mí esta noche. O que le daría. ¿Cuánto había adivinado ella? ¿Qué explicación de los acontecimientos del atardecer se había hecho?
“¿Algo como esto?" la posadera preguntó.
"Perfecto" le dije y, sintiéndome ligeramente molesto por su actitud resentida hacia Bella, le sonreí extensamente, excluyendo mis dientes. Le deje verme claramente.
“Esto...” Él no puede ser verdadero. Debo estar dormida. Tal vez ella desaparezca…talvez podría escribir mi número sobre su plato con el Ketchup… ella divagó lejos, catalogando ligeramente la imparcialidad. Todavía no estaba asustada. De pronto recordé las burlas de Emmett sobre mí en la cafetería, hace tantas semanas. Aposté que podría haberla asustado mejor que eso. ¿Estaba perdiendo mi marca?
“De veras, no deberías hacerle eso a la gente” Bella interrumpió mis pensamientos en un tono de desaprobación. “Es muy poco cortés”
Miré fijamente en su expresión crítica. ¿Qué pensaba? No había asustado a la posadera en absoluto, a pesar de mis intenciones.
"¿Hacer qué?”
"Deslumbrarla... Probablemente, ahora está en la cocina híper ventilando.”
"¡Umm…!. Bella estaba casi en lo justo. La posadera era sólo semicoherente en este momento, describiendo su evaluación incorrecta de mí a su amigo del personal.
“Oh, venga" Bella me regañó cuando no contesté inmediatamente. “Tienes que saber el efecto que produces en los demás."
"¿Deslumbro a la gente?" era un camino interesante la expresión de eso. Bastante exacto para esta noche. Me pregunté por qué la diferencia…
“¿No te has dado cuenta?” Preguntó, todavía crítica. “¿Crees que todos ceden con tanta facilidad?”
"¿Te deslumbro a ti?" expresé mi curiosidad impulsivamente, y luego las palabras salieron, y era demasiado tarde recordarlas. Pero antes de que tuviera tiempo para lamentar haberlo dicho en voz alta, ella contestó.
"Con frecuencia" y sus mejillas tomaron un brillo débilmente rosado. La deslumbré. Mi corazón silencioso aumentaba con la esperanza más intensa que yo alguna vez podría recordar haber sentido.
"¡Hola!" alguien dijo, la camarera, introduciéndose. Sus pensamientos eran ruidosos, y más explícitos que la posadera. Miré fijamente la cara de Bella en vez de a la audiencia, mire la sangre que se extendía bajo su piel, notando como esto hizo una llama en mi garganta, pero más bien como esto se reflejaba en su cara, poniendo color crema su piel …
La camarera esperaba algo de mí. Ah, ella había pedido nuestra orden de bebida. Seguí mirando fijamente a Bella, y la camarera de mala gana giro para mirarla, también. "¿Tendrá una coca?" Bella dijo, como si esperara una aprobación "Dos cocas" me enmendé. La sed normal de sed, humana - era un signo de shock. Me aseguraría que tuviera el azúcar suplementario de la gaseosa en su sistema. Se veía sana, aunque más que sana, radiante.
"¿Qué pasa?" exigió saber - preguntando por qué yo la miraba fijamente, adiviné. Era vagamente consciente que la camarera se había marchado
"¿Cómo te sientes?" pregunté. Parpadeó, sorprendida por la pregunta.
“Estoy bien”
"¿No tienes mareos, ni frío, ni malestar...? Y " ella estaba más confundida ahora.
“¿Debería?"
"Bueno, de hecho esperaba que entraras en estado de shock.”Medio reí, esperando su negación. Ella no quería que la cuidaran.
Le tomó un minuto contestarme. Sus ojos ligeramente se desenfocaron, miraba así a veces, cuando me reí de ella. ¿Estaba… deslumbrada? Eso me gustaría creer.
“Dudo que eso vaya a suceder. Siempre se me ha dado muy bien reprimir las cosas desagradables.”Contestó, un poco sin aliento. ¿Tendría mucha práctica con cosas desagradables, entonces? ¿Su vida siempre estaba en riesgo?
"Da igual" le dije. "Me sentiré mejor cuando hayas tomado algo de glucosa y comida."
La camarera volvió con las cocas y una cesta de pan. Ella los puso delante de mí, y pidió mi orden, tratando de obtener mi mirada en el proceso. Indiqué que debería asistir a Bella, y se volvió hacia ella. Tenía una mente vulgar.
"Umm…" Bella echó un vistazo rápidamente al menú. “Tomaré el raviolis de setas" la camarera giro hacia mi con impaciencia.
"¿Y usted?"
"Nada para mí."
Bella hizo una cara leve. ¡Um!. Debe haber notado que nunca como. Notó todo. Yo siempre me olvidaba de ser cuidadoso a su alrededor. Esperé a que estuviéramos solos otra vez.
"La bebida", insistí. Estuve sorprendido cuando condescendió inmediatamente y sin objeción. Bebió hasta que el cristal estuvo completamente vacío, entonces empujé la segunda coca hacia ella, frunciendo el ceño un poco. ¿Sed, o shock? Bebió un poco más, y se estremeció.
“¿Tienes frío?"
"Es sólo la coca" dijo, pero tembló otra vez, sus labios vibraron ligeramente como si sus dientes estuvieran a punto de castañear. La bonita blusa que llevaba era demasiado delgada para protegerla suficientemente; esta se le adhirió como una segunda piel, casi tan frágil como la primera. Ella era tan frágil, tan mortal.
“¿No tienes una chaqueta?"
"Sí". Ella miró alrededor de si misma, un poco perpleja.
"Vaya, me la he dejado en el coche de Jessica." le di mi chaqueta, deseando que el gesto no fuera estropeado por mi temperatura corporal. Habría sido agradable haber sido capaz de ofrecerle un abrigo caliente. Ella me miró fijamente, sus mejillas se ruborizaban otra vez. ¿Qué pensaba ella ahora?
La di la chaqueta a través de la mesa, y se la puso inmediatamente, y se estremeció otra vez. Sí, sería muy agradable ser caliente.
"Gracias", dijo. Suspiró, y empujó las mangas largas hacia atrás para liberar sus manos. Tomó otro aliento profundo. ¿Finalmente le haría efecto lo sucedido en la tarde? Su color todavía estaba bien; su piel era de crema y rosas contra el profundo azul de su camisa.
"Tu piel tiene un aspecto encantador con ese color azul" le comente. Solo siendo honesto. Enrojeció, mejorando el efecto. Tenía buen aspecto, pero no había ninguna razón para desechar posibilidades. Le acerque la cesta del pan.
“Realmente," se opuso, adivinando mis motivos.
"No entrare en shock"
"Pues deberías, una persona normal lo haría, y tú ni siquiera pareces alterada." la miré fijamente con desaprobación, preguntándome por qué ella no podía ser normal y estar perpleja por lo que había pasado.
“Me siento segura contigo" dijo, sus ojos, otra vez, llenos de confianza. La confianza que no merecía.
Sus instintos eran del todo incorrectos. Debe ser el problema. Ella no reconoció el peligro de la manera que un ser humano debería hacerlo. Ella tenía una reacción contraria. ¿En vez de correr, ella tardó, pensando que debería asustarla… como podría protegerla de mí cuando ninguno de nosotros quiso esto?
"Esto es más complicado de lo que había imaginado" murmuré. Podría verla volcar mis palabras en su cabeza, y me pregunté lo que hizo con ellos. Tomó un grisin y comenzó a comer sin parecer consciente de la acción. Masticó durante un momento, y apoyó su cabeza a un lado pensativamente.
“Normalmente estás de mejor humor cuando tus ojos brillan" dijo en un tono ocasional. Su observación, que indicaba aquel hecho me dejó atónito.
"¿Qué?"
"Estás de mal humor cuando tienes los ojos negros. Entonces, me lo veo venir, tengo una teoría al respecto" añadió ligeramente. Entonces ella se había venido haciendo su propia explicación. Desde luego la tenía. Sentí un profundo temor al preguntarme cuan cerca estaba de la verdad
"¿Más teorías?"
"Aja!". Dijo y masticó otro poco, completamente despreocupada. Como si no hablara de los aspectos de un monstruo con el monstruo mismo.
“Espero que esta vez seas más creativa…" mentí cuando no siguió. Lo que realmente esperaba era que estuviera a millas de la verdad.
“¿O sigues tomando ideas de los cómics?"
"Bien, no, no lo conseguí de un cómic," dijo ella, un poco avergonzada.
"Pero tampoco me la he inventado."
"¿y?" pregunté entre mis dientes. Seguramente no hablaría con tanta calma si estuviera a punto de gritar. Vaciló, mordiendo su labio, la camarera reapareció con la comida para Bella. Le puse poca atención a la camarera cuando puso el plato delante de Bella y luego preguntó si quería algo. Disminuí, pero pedí más coca. La camarera no había notado los vasos vacíos. Los tomó y se marchó.
“¿Qué decías?" incité con inquietud en cuanto estuvimos solos otra vez.
“Te lo diré en el coche. Si...” Dijo en voz baja. Ah, esto era malo. No estaba dispuesta a hablar de sus conjeturas alrededor de otros.
"Si…" me sentí como si me clavaran tachuelas
"¿Hay condiciones?" estaba tan tenso que casi gruñí las palabras.
"Realmente tengo preguntas, desde luego."
"Desde luego," estuve de acuerdo. Sus preguntas probablemente serían bastante para decirme adonde se dirigían sus pensamientos. ¿Pero cómo le contestaría? ¿Con una mentira responsable? ¿O la ahuyentaría con la verdad? ¿O no diría nada, incapaz de decidir?
Estuvimos en silencio mientras la camarera rellenó su suministro de gaseosa.
"Bien, continua" dije, con la mandíbula cerrada, cuando la camarera se fue.
“¿Por qué estás en Port Ángeles?” Era una pregunta demasiado fácil - para ella, y no me daba información, mientras que mi respuesta, de ser verídico, le regalaría demasiada a ella. Entonces decidí dejarla en suspenso.
"Después", dije.
“Pero ésa es la más fácil"
“Después," dije otra vez.
Estaba frustrada por mi negativa. Ella alejo su mirada, hacia a su alimento. Despacio, para pensar seriamente, tomó un raviol y masticó con deliberación. Lo acompaño con más coca, y finalmente alzó la vista hacia mí. Sus ojos eran estrechos con la sospecha.
“En tal caso, de acuerdo" dijo. “Supongamos que, hipotéticamente, alguien es capaz de... Saber qué piensa la gente, de leer sus mentes, ya sabes, salvo unas cuantas excepciones." podría ser peor.
Eso explicó su risa en el coche. Era rápida - nadie más alguna vez había adivinado esto sobre mí. Excepto Carlisle, y había sido bastante obvio entonces, al principio, cuando había contestado todos sus pensamientos como si él me hubiera hablado. Él lo había entendido antes que yo… esta pregunta no era tan mala. Mientras era claro que ella sabía que allí se equivocó, no era tan serio como podría haber sido. La telepatía no era, después de todo, una faceta de la vida de vampiro. Acompañé su hipótesis. "Solo una excepción," corregí. "Hipotéticamente".
Ella lucho contra una sonrisa - mi honestidad vaga la complació.
"Bien, con una excepción, entonces. ¿Cómo funciona? ¿Qué limitaciones tiene? ¿Cómo podría ese alguien... encontrar a otra persona en el momento adecuado? ¿Cómo sabría que está en un apuro? ¿Hipotéticamente?". Sus labios tensos, y sus ojos marrones líquidos estaban impacientes.
"Bien", vacilé. “Bueno, si... ese alguien…"
"Llamémosle 'Joe', " sugirió. Me reí de su entusiasmo. ¿Realmente pensaba que la verdad sería algo bueno? ¿Si mis secretos fueran agradables, por qué se los ocultaría?
"En ese caso, Joe" estuve de acuerdo. “Si Joe hubiera estado atento, la sincronización no tendría por qué haber sido tan exacta" sacudí mi cabeza y reprimí un estremecimiento al pensar cuan cerca había estado de llagar muy tarde. “Sólo tú podrías meterte en líos en un sitio tan pequeño. Destrozarías las estadísticas de delincuencia para una década, ya sabes" sus labios se curvaron hacia abajo en las esquinas, poniendo mala cara "Hablábamos de un caso hipotético." me reí de su irritación. Sus labios, su piel… ellos miraban tan suaves. Quise tocarlos. Quise presionar mi yema del dedo contra la esquina de su ceño y levantarlo. Imposible. Mi piel sería repelente a ella.
"Sí, cierto" dije, volviendo a la conversación antes de que pudiera deprimirme demasiado.
"¿Que tal si le llamamos 'Jane'?" Se inclinó a través de la mesa hacia mí, todo el mal humor y la irritación se había ido de sus amplios ojos.
“¿Cómo lo supiste?" preguntó, su voz era baja e intensa. ¿Debería decirle la verdad? ¿Y, si es así, qué parte? Quise decirle. Quise merecer la confianza que todavía podía ver en su cara.
“Puedes confiar en mí, ya lo sabes" me susurró, y estiro una mano adelante como si fuera a tocar mis manos donde descansaban sobre la mesa vacía, delante mío.
Tire el pensamiento de que odiaría su reacción de rechazo a mi piel frígida de piedra - y ella dejó caer su mano. Sabía que podría confiar en ella la protección de mis secretos; ella tenía toda mi confianza, y mi corazón. Pero no podía confiar en ella para no horrorizarla. La verdad era el horror.
“No sé si tengo otra alternativa" murmuré. Recordé que una vez le tome el pelo llamándola 'excepcionalmente distraída'. Se había ofendido, si había juzgado sus expresiones correctamente. Bien, podría del derecho una injusticia, al menos.
"Me equivoqué. Eres mucho más observadora de lo que pensaba" y, aunque ella no pudiera comprenderlo, ya le había dado mucho crédito. Y no omitió nada.
"Pensé que siempre tenias razón" dijo ella, riendo tomándome el pelo.
"Así solía ser" solía saber lo que hacía. Solía estar siempre seguro de mi mismo. Y ahora todo era el caos y el tumulto. Aún no lo comprendía. No quise la vida con sentido. No si el caos significaba que yo podía estar con Bella.
"Hay otra cosa en la que también me equivoqué contigo" continué, batiendo record del registro directamente sobre otro punto.
"No eres un imán para los accidentes... Esa no es una clasificación lo suficientemente extensa. Eres un imán para los problemas. Si hay algo peligroso en un radio de quince kilómetros, inexorablemente te encontrará.” ¿Por qué ella? ¿Qué había hecho ella para merecer esto?
Su cara giró seria otra vez.
“¿Te incluyes en esa categoría?" la honestidad era más importante para esta pregunta que para cualquier otra.
"Sin lugar a dudas". Sus ojos se estrecharon ligeramente - no de forma sospechosa, pero de una manera extraña con preocupación. Estiro su mano a través de la mesa otra vez, despacio y deliberadamente. Retiré mis manos una pulgada de distancia de ella, pero no hizo caso de esto, determinada a tocarme. Sostuve mi aliento - no debido a su olor ahora, pero debido a la tensión repentina, aplastante. Miedo. Mi piel la repugnaría. Ella se escaparía. Entonces cepilló la yema de sus dedos ligeramente a través del dorso de mi mano. El calor de su toque apacible, dispuesto, no se pareció a nada que alguna vez haya sentido. Esto habría sido el placer casi puro, excepto por mi miedo. Miré su cara como ella sintió la piedra fría de mi piel, todavía incapaz de respirar. Una sonrisa levantó las esquinas de sus labios.
"Gracias," dijo, mirándome, fijamente con una mirada intensa propia de ella.
"Es la segunda vez" sus dedos suaves se quedaron en mi mano como si encontraran agradable el estar allí. Le contesté tan por accidente como fui capaz.
“No dejarás que haya una tercera, ¿de acuerdo?” Ella no me lo reprocho, pero cabeceó afirmativamente. Retiré mis manos de debajo de la suya. Tan exquisito como su toque se sintió, no iba a esperar la magia de su tolerancia para, dar vuelta a la repulsión. Oculté mis manos bajo la mesa.
Leí sus ojos; aunque su mente fuera silenciosa, podía percibir tanta confianza como para preguntarme allí. Comprendí en aquel momento que quise contestar sus preguntas. No porque se lo debía. No por querer que confiara en mí. Sino porque quise que me conociera.
"Te seguí a Port Ángeles" le dije , las palabras salían en tropel demasiado rápido para corregirlas. Yo conocía el peligro de la verdad, el riesgo que tomaba. En cualquier momento, ella tranquilamente podría romper en la histeria. De un modo contrario, sabiendo esto me puse a hablar más rápido.
"Nunca antes había intentado mantener con vida a alguien en concreto, y es mucho más problemático de lo que creía, pero eso tal vez se deba a que se trata de ti. La gente normal parece capaz de pasar el día sin tantas catástrofes.”
La mire, esperando su reacción. Ella rió. Sus labios se curvaron hacia arriba encima en los bordes, y sus ojos de chocolate se calentaron. Yo acababa de admitir que la estaba acechando, y ella sonreía..
“¿Crees que me había llegado la hora la primera vez, cuando ocurrió lo de la furgoneta, y que has interferido en el destino?” Ella preguntó.
"esa no fue la primera vez" dije, apartando la vista hacia el piso oscuro, y mis hombros inclinados en la vergüenza. Mis barreras estaban bajas y la verdad todavía se derramaba imprudentemente.
"La primera fue cuando te conocí" era verdad, y esto me enfadó. Yo había colocado su vida sobre la lámina de una guillotina. Era como si ella hubiera sido marcada para morir por algún destino cruel, injusto, y - ya que yo había demostrado ser un instrumento descompuesto - el mismo destino siguió tratando de ejecutarla. Me imaginé al destino personificando-a una bruja espantosa, celosa, una arpía vengativa. Quise hacer responsable a alguien de esto de modo que pudiera hacer algo para luchar en su contra. Alguien a quien destruir, de modo que Bella pudiera estar segura. Ella estaba muy tranquila; su respiración se había acelerado. Alcé la vista hacia ella, sabiendo que finalmente vería el miedo que esperaba. ¿Acababa de admitir cuan cerca había estado de su muerte? Más cerca que cuando la furgoneta había venido a aplastarla. Y sin embargo, su cara todavía estaba relajada, sus ojos estaban apretados sólo por el interés.
“¿Lo recuerdas?” Ella tenía que recordarlo.
"Sí", dijo, con serenidad, sus profundos ojos estaban llenos de conciencia. Ella sabía que había querido asesinarla. ¿Dónde estaban los gritos?
“Y aun así estás aquí sentada” dije, advirtiendo la contradicción inherente.
"Sí, estoy aquí... Gracias a ti" su expresión cambió, fue un giró curioso, el como cambio mi versión.
“Porque de alguna manera has sabido encontrarme hoy”. Sin esperanzas, empujé otra vez contra la barrera que protegía sus pensamientos, desesperado por entender. Esto no me dio ningún sentido lógico. ¿Cómo aún podía preocuparse por el resto con aquella verdad evidente sobre la mesa?
Ella esperó, curiosa. Su piel era pálida, que era natural para ella, pero esto todavía me concernía. Su cena estaba casi intacta delante de ella. Si seguía diciéndole demasiado, iba a necesitar un colchón cuando el shock le cayera encima. Entonces indique mis condiciones
“Tú comes y yo hablo" procesó esto durante medio segundo, y lanzó un raviol a su boca con una velocidad que desdibujo su tranquilidad. Estaba más ansiosa por mi respuesta
"Seguirte el rastro es más difícil de lo habitual" le dije.
"Normalmente puedo hallar a alguien con suma facilidad siempre que haya «oído» su mente antes" miré su cara con cuidado cuando dije esto. Aceptar era una cosa, confirmar era otra.
Esperaba inmóvil, y tenía sus ojos bien abiertos. Me sentí apretar los dientes, esperando su pánico. Pero ella solo parpadeó una vez, tragado fuerte, y luego rápidamente envío otro raviol a su boca. Quería que siguiera
"Vigilaba a Jessica sin mucha atención..." continué, mirando como cada palabra me hundía más.
“Como te dije, sólo tú puedes meterte en líos en Port Ángeles." yo no podía resistirme a la adición de esto. ¿Comprendió que otras vidas humanas no eran tan molestadas con experiencias cercanas a la muerte, o pensó que ella era normal?
Ella era lo más lejano a lo normal que yo alguna vez había encontrado.
“Al principio no me di cuenta de que te habías ido por tu cuenta y luego, cuando comprendí que ya no estabas con ellas, fui a buscarte a la librería que vislumbré en la mente de Jessica. Te puedo decir que sé que no llegaste a entrar y que te dirigiste al sur. Sabía que tendrías que dar la vuelta pronto, por lo que me limité a esperarte, investigando al azar en los pensamientos de los viandantes para saber si alguno se había fijado en ti, y saber de ese modo dónde estabas. No tenía razones para preocuparme, pero estaba extrañamente ansioso…" mi aliento vino más rápido cuando recordé el sentimiento de pánico. Su olor ardió en mi garganta y me alegré. Este era un dolor que quería decir que ella estaba viva. Mientras me quemara, ella estaría segura.
“Comencé a conducir en círculos, seguía alerta." esperé que lo que decía tuviera sentido para ella. Esto debía serle confuso.
“El sol se puso al fin y estaba a punto de salir y seguirte a pie cuando..." la memoria volvió a mí el recuerdo perfectamente claro y como si yo estuviera viviéndolo de nuevo. Sentí la misma furia cruel esparcirse por mi cuerpo, encerrándolo en el hielo. Lo quise muerto. Lo necesité muerto. Mi mandíbula se apretó tratando de concentrarme aquí en la mesa. Bella todavía me necesitaba. Era lo que importaba.
“¿Qué pasó entonces?” Susurró, sus ojos oscuros se abrían.
“Oí lo que pensaban” dije entre dientes, incapaces de impedir a las palabras salir en un gruñido.
“Y vi tu rostro en sus mentes.”
Me costaba resistirme al impulso de matar. Yo todavía conocía con precisión donde encontrarlo. Sus pensamientos negros aspirados en el cielo de la noche, tironeándome… cubrí mi cara, conociendo mi expresión debía ser la de un monstruo, un cazador, un asesino. Fijé la imagen de ella detrás de mis ojos cerrados para controlarme, enfocándome sólo en su cara. El marco delicado de sus huesos, la vaina delgada de su seda pálida parecida a una piel estirada sobre el cristal, increíblemente suave y fácil de romperse. Ella era demasiado vulnerable para este mundo. Necesitaba un protector. Y, por algún mal manejo retorcido del destino, yo era la cosa más cercana disponible.
Traté de explicar mi reacción violenta de modo que ella entendiera.
"Resultó duro, no sabes cuánto, dejarlos... Vivos" susurré. “Te podía haber dejado ir con Jessica y Ángela, pero temía que, si me dejabas solo, iría por ellos.”
Era la segunda vez esta noche, que confesaba un intento de asesinato. Al menos éste era defendible. Estaba tranquila mientras luchaba para controlarme. Escuché el latido de su corazón. El ritmo era irregular, pero este era más lento a medida que avanzaba el tiempo hasta que fue estable otra vez. Su respiración, también, era baja pero
Yo estaba muy cerca de flaquear. ¿Si encontraba su casa… lo mataría yo, entonces? ¿Volvería a ser un asesino cuándo ella confió en mí? ¿Había algún camino que me frenara? Había prometido decirme su última teoría cuando estuviéramos solos. ¿Querría oírla? ¿Yo estaba ansioso de eso, pero la recompensa por mi curiosidad era peor que no saber? Por lo menos, ella consiguió mucha verdad para una noche. La miré otra vez, y su cara estaba más pálida que antes, pero se compuso.
“¿Estás lista para ir a casa?" pregunté.
"Lo estoy para salir de aquí” dijo, escogiendo sus palabras con cuidado, como si un simple 'sí' no expresara lo que ella quería decir.
Frustración.
La camarera volvió. Había oído la última declaración de Bella al estar nerviosa del otro lado del mostrador, preguntándose que más podría ofrecerme. Quise girar mis ojos en algunos ofrecimientos que ella había tenido en mente.
“¿Qué tal todo?” Me preguntó.
"Dispuestos para pagar la cuenta, gracias" le dije, mirando a Bella. La respiración de la camarera estaba congelada momentáneamente – por usar a Bella deslumbrándola con mi expresión. En un momento repentino de percepción, oyendo el camino que mi voz tomaba en la cabeza de este humano inconsecuente, comprendí por qué parecí atraer tanta admiración esta noche inestropeada por el miedo habitual.
Era debido a Bella.
Intentando tanto ser seguro para ella, para ser menos espantoso, para ser humano, yo realmente había perdido mi marca. La gente vio sólo la belleza ahora, con mi horror innato tan controlado. Alcé la vista a la camarera, esperando se recupere. Esto era cómico, ahora que entendí la razón.
"Seguro", tartamudeó. "Aquí la tiene." me dio la carpeta con la cuenta, pensando en la tarjeta en la que había deslizado detrás del recibo, con su nombre y número de teléfono. Sí, era bastante gracioso. Yo tenía el dinero listo otra vez. Devolví la carpeta inmediatamente, entonces no se gastaría esperando una llamada que nunca recibiría.
“Quédese con el cambio.” Le dije, esperando que el tamaño del vuelto aliviaría su decepción. Me levante y Bella me siguió rápidamente. Quise ofrecerle mi mano, pero pensé que podría empujar mi suerte demasiado lejos para una noche. No agradecí a la camarera, mis ojos nunca dejaron la cara de Bella. Que pareció encontrar algo divertido, también. Camine tan cerca de ella como me atreví, el calor que emanaba su cuerpo era lo bastante fuerte para parecerse a un toque físico contra el lado izquierdo de mi cuerpo.
Sostuve la puerta para ella, suspiró silenciosamente, y me pregunté que pesar la hizo triste. La mire a los ojos, para preguntarle, cuando de repente miró hacia el suelo, pareciendo avergonzada. Esto me dio más curiosidad, pero estaba menos dispuesto a preguntar. El silencio entre nosotros continúo mientras abrí su puerta del auto y entró en el coche. Encendí la calefacción- dado que la noche fría cayo abruptamente y el coche frío debía ser incómodo para ella. Se acurruco en mi chaqueta, con una pequeña sonrisa sobre sus labios.
Esperé, aplazando la conversación hasta que las luces de la ciudad se alejaron. Lo que me hizo sentirme más solo con ella. ¿Era lo correcto? Ahora que me concentraba sólo en ella, el coche parecía muy pequeño. Su olor se arremolinó en él con la corriente de la calefacción, construyéndolo y reforzándolo. Esto se convirtió en su propia fuerza, como otra entidad en el coche. Una presencia que exigió reconocimiento. Me quemaba. La combustión era aceptable, aunque me pareció de una manera extraña apropiada. Me habían dado tanto esta noche más de lo que había esperado. Y ella estaba aquí todavía de buen modo a mi lado. Le debía algo a cambio de esto. Un sacrificio. Un ofrecimiento quemado.
Ahora, si yo solo podría mantener esto; solo la quemazón, y nada más. Pero el veneno llenó mi boca, y mis músculos se tensaron con anticipación, como si yo estuviera de caza… tuve que mantener tales pensamientos fuera de mi mente. Yo sabía que me distraería.
"Ahora", le dije, el miedo de su respuesta me llevo al borde de la quemazón "Te toca a ti”.